Hace veinte años, tal semana como la que nos encontramos viviendo se estrenaba The X-Files (os hablamos hace un tiempo de ella aquí), una serie que rápidamente cambió la forma de hacer televisión y se convirtió en un icono de la cultura popular. Su influencia en las series de hoy en día es evidente, y varios de sus creadores se encuentran haciendo series actuales tan aclamadas como Homeland o Breaking Bad. Lo que nos proponemos con esta entrada no es solo homenajear a los agentes Mulder y Scully, sino también daros 5 razones de peso para ver The X-Files. Y no, no me valen las excusas de "es muy antigua" o "me da pereza empezarla porque es muy larga". Si os quedáis leyendo un poco más os trataré de convencer de que ver The X-Files todavía merece la pena. ¿Quién dijo que la calidad tenía fecha de caducidad?
1. La mitología y la 'serialización'
Si algo caracteriza a The X-Files es la mitología propia que va creando desde el primer episodio. The X-Files fue, de hecho, una de las primeras series que desarrolló una 'serialización' tan marcada. Uno podría pensar a priori que la serie simplemente son capítulos procedimentales que cuentan historias de alienígenas y monstruos sin relación entre sí, pero esa no es la verdad. The X-Files mantiene una trama general y constante a lo largo de toda la serie, se hacen guiños a episodios anteriores y más de un "monstruo" vuelve a reaparecer en capítulos posteriores. The X-Files es un procedimental que no lo es.
2. El caso del "monstruo de la semana"
Si antes mencionábamos la trama continuada de la serie, ahora os doy como razón de peso para ver The X-Files precisamente esos arcos autoconclusivos que duran un solo episodio. Durante su emisión en abierto, la serie sorprendía cada semana con un nuevo monstruo, alienígena o bichejo que no dejaba a nadie indiferente en casa. Los guionistas de la serie tienen una imaginación desbordante y lo demuestran todas las temporadas. Las sorpresas, en definitiva, están aseguradas.
3. La relación de Mulder y Scully
No puedo dar razones para ver la joyita que es The X-Files sin mencionar a Mulder y Scully. Él es obstinado, tenaz, es un hombre que quiere ver más allá, que quiere creer. Ella es racional, empírica, y trata de darle sentido a su mundo a través de la ciencia. ¿Cómo es posible, entonces, que se entiendan tan bien? Porque se respetan el uno al otro. Construyen, muy progresivamente, una relación de amistad -y, más tarde, de amor- que está basada en la confianza y en el respeto, un respeto que es clave para entender su relación y que hecho en falta, por ejemplo, en parejas que han surgido posteriormente, como la de los protagonistas de Bones. Admiran "secretamente" la inteligencia del otro. Les gusta estar juntos porque aprenden el uno del otro, porque cada conversación es un reto intelectual, un pequeño desafío amistoso. Y, aunque probablemente jamás lo reconocerían, les encanta.
4. Los episodios de humor
The X-Files no se podría clasificar como un drama. En la gran mayoría de los capítulos hay momentos para aliviar tensiones y soltar algo de humor, que normalmente viene en boca de los chistes malos de Mulder, a los que Scully suele responder con miradas de infinita desaprobación. Pero luego tenemos gloriosos, sí, gloriosos, episodios que son directamente un cachondeo. Se tratan de capítulos en los que te imaginas a Chris Carter y compañía liando porros y muriéndose de risa en la sala de los guionistas. The X-Files sabe en qué momentos es bueno no tomarse en serio a sí misma, pero sin llegar a perder nunca la credibilidad. Mención especial al S05E12 'Bad Blood', que es además el episodio favorito de Gillian Anderson.
5. El camino recorrido
A lo largo de las nueve temporadas y dos películas que dura The X-Files somos testigos del camino que recorren Mulder y Scully en su búsqueda de la verdad, en su cruzada personal. Son ellos contra el mundo, literalmente. Se trata de un camino de autoconocimiento lleno de aventuras y de sucesos imposibles que le harán plantearse a Scully las bases de todo su mundo. Que harán, de hecho, que se tambaleen. Se trata de un camino donde habrá tiempo para reír, y para llorar, y donde mucha gente no logrará llegar al final. Paradójicamente, llega un punto en el que comprendes que lo importante no es el final, sino el camino en sí, porque es un camino que disfrutaréis tantísimo en recorrer que os aseguro que merecerá la pena.
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También podría hablaros de lo fantástica que está Gillian Anderson en su papel o de cómo la agente Scully resulta ser, quizá, la agente más sexy del mundo, esas serían razones tan válidas para ver The X-Files como las ya mencionadas, pero creo que las que ya he comentado son más que suficientes para que os plantéis si os apetece realmente comenzar la aventura que es ver esta serie.
¡Muchísimas felicidades por estos veinte añazos!
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