Dexter S08E12. Remember The Monsters? (SERIES FINALE)

Dexter ha llegado a su fin después de ocho años de idas y venidas y haciendo balance podemos decir que de las ocho temporadas han sobrado al menos cuatro. Leyendo opiniones de acérrimos fans está claro que la serie de Showtime ha dejado enfadados a muchos y a otros simplemente indiferentes; hablemos de ello.

Esta temporada ha sido irregular, aburrida, sin ritmo y no ha suscitado interés alguno; aun así los fieles fans de Dexter no nos hemos rendido, albergando la esperanza de que el series finale fuera digno. Pero claro está que no se puede arreglar en 56 minutos lo que se ha ido destrozando poco a poco durante once capítulos. Este último episodio ha sido un gran despropósito en el que han pasado demasiadas cosas, cada cual más absurda que la anterior y sin embargo no ha conseguido hacer vibrar al espectador en ningún momento.

Dexter está a punto de escaparse con Hannah y su hijo Harrison a Argentina, pero Elwey les pisa los talones y ésto, junto con el huracán que está amenazando Miami, hace que todo el proceso de huida se complique.

Además, y como recordareis del episodio anterior, Debra ha sido gravemente herida a manos de Saxon, el patético último asesino de la serie. Debido a la tormenta, a su hermana y, sobre todo, a querer acabar con Saxon, Dexter será incapaz de abandonar la ciudad, dejando a su hijo en manos de su novia y enviándolos a los dos a Buenos Aires.

Debra parece que va a recuperarse, pero aun así nos meterán varios flashbacks en los que veremos la relación tan especial que han tenido siempre los hermanos y lo unidos que han estado siempre (esto hace pensar al espectador que al menos uno de los dos va a morir), A los pocos minutos llega la primera "sorpresa": Debra cae en coma, los médicos dicen que algo salió mal durante la operación y que no hay recuperación posible para la detective.

A Saxon, que curiosamente ha conseguido gracias a su audacia e inteligencia fuera de serie escapar de la policía durante toda la temporada, lo pillarán de la forma más absurda en el hospital intentando rematar a los Morgan (bravo guionistas). Cuando éste está en comisaría, Dexter lo matará con un bolígrafo, ideando un plan para que parezca defensa propia y además contando con el apoyo de Quinn y Baptista.

Tras todo este berenjenal sin ton ni son que sólo ha sido la punta del iceberg llega el plato fuerte: Dexter entrará en la clínica, desconectará a su hermana matándola, la sacará del hospital como si tal cosa y la montará en su barco cubierta sólo por una sábana (de nuevo, bravo guionistas). Los dos hermanos se dirigirán al centro de la tormenta y Dex tirará a su hermana al mar, como hizo mil veces antes con otros cadáveres. Tras esto, se dirigirá con su barco a morir.

Todos creímos que el episodio terminaba aquí, pero no. Los últimos dos minutos de la serie finale nos mostrarán a un camionero barbudo, pelirrojo y desmejorado, un Dexter que ha sido dado por muerto y que ha creado una nueva vida, dejando atrás su pasado para que las demás personas que le importan (especialmente Hannah y su hijo) no acaben igual que su hermana Debra Morgan.

La opinión general es de que la temporada, el capítulo y el final han sido desastrosos; servidora está de acuerdo. Personajes que se podían haber explotado más como Elwey, Zach o Vogel han sido meros instrumentos banales para dar lugar a este absurdo desenlace y, como siempre, han sobrado historias como las de Quinn y Jamie, o la de Masuka y su nueva hija que no interesaban a nadie. El asesino ha sido francamente decepcionante, Dexter ha vivido cuando debería haber muerto sin duda y los guionistas han pecado de querer exprimir jugo a una naranja que ya estaba seca, de intentar sacar algo de donde ya no se podía. Hemos aguantado hasta el final, pero ahora llegan las duras críticas y los malos sabores de boca, pero cómo dicen algunos por Twitter, siempre nos quedará el mejor opening de la televisión y el mejor asesino en serie jamás visto: Trinity.