La Muerte llega a Sleepy Hollow

Como agua de mayo esperaba yo este estreno, yo que soy una gran fan de la Leyenda de Sleepy Hollow, sea obra de Disney, de Burton o de cualquier otro que se atreva. Muchas contrariedades ha habido entorno al estreno de la serie del jinete sin cabeza; los enterados —entiéndase como enterados mis compañeros bloggers— no apostaban un duro por ella, pero su emisión se convirtió en el piloto dramático más exitoso de la FOX desde hace seis años, que pronto se dice, pero tiene tela.

Una vez visto el piloto puedo afirmar que la serie es cuanto menos entretenida y más que apta para pasar el rato, mucho mejor de lo que me esperaba de una adaptación contemporánea de la historia. En esta nueva versión, Ichabod Crane (Tom Mison, Parade's End) es un soldado del presidente Washington que muere en combate tras cortarle la cabeza a un casaca roja muy peculiar. Obra de la magia —su mujer resulta ser bruja— se despierta en nuestros días en una cueva, tal y como lo hace el jinete sin cabeza, que empieza a sembrar el terror decapitando gente con su hacha por Sleepy Hollow. Tomado por loco, será la nueva Sheriff Abbie Mills (Nicole Beharie, The Good Wife) su único apoyo y juntos descubrirán que el jinete es realmente el primero de Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis: La Muerte. 

Este nuevo enfoque supone un soplo de aire fresco a la historia y abre la veda a posibles situaciones a desarrollar, alejándonos de la trama peliculera que en principio parecía tener. El hecho de que el jinete sin ningún tipo de problema use armas de nuestros días como quien come pipas es lo que más chirría, pero el componente místico oscuro de la mujer de Ichabod —Katrina (Katia Winter, Dexter)— atrapada en ese mundo oscuro, los demonios y la dirección elegida para el desarrollo de la serie compensan fallos como este.

Ahora sólo queda esperar a que la semilla germine y no nos encontremos ante otro The Following o Alcatraz, que somos muy desconfiados, pero motivos tenemos. De momento, eso sí, compro.