NBC puede estar más que satisfecha con los datos que el estreno de su Dracula particular le dejó el pasado viernes. Si bajamos a la realidad y tenemos en cuenta que era viernes, la emisión de un piloto y que no tenía competencia la cosa cambia. Aunque es de agradecer que con Jonathan Rhys-Meyers (The Tudors) vuelvan los vampiros tradicionales de toda la vida, en el concepto desarrollado para esta nueva serie del afamado conde hay varias cosas que cuanto menos chirrían.
Ambientada estupendamente en el Londres victoriano —no vamos a quitarle mérito por aquí, que es maravilloso—, Dracula entra en escena tras haber sido revivido, haciéndose pasar por un visionario americano que llega a revolucionar Inglaterra, Alexander Grayson, que por el contexto fijo fijo que es antecesor de la familia más retorcida de los Hamptons (Revenge). Su afán es vengarse de todo el linaje de La Orden del Dragón, que acabaron años ha con su amada, casualmente reencarnada en una estudiante de medicina a la que se sentira, obviamente, atraído. Dicho así a grandes rasgos, parece un argumento genérico que puede llegar a funcionar, pero entre las bombillas inalámbricas, la pelea de espadachines por los tejados (¿de dónde salió esa espada?) y la aparición estelar de Van Helsing (Thomas Kretschmann, The River), se te quitan las ganas de seguir. Más aún cuando en el avance descubrimos que poco le queda de oscuridad, ya que pronto podrá salir al sol sin problema, y que su romance prohibido con Mina (Jessica De Gouw, Arrow), con la cual tiene más bien poca química, no va hacia ninguna parte.
Es posible que si ese protagonismo femenino hubiera ido a cualquiera de las otras mujeres del elenco la cosa cambiara, porque ambas (Katie McGrath, Merlin y Victoria Smurfit, Trial & Retribution) se comen con patatas a De Gouw, y ya ni mencionamos al insípido Jonathan Harker (Oliver Jackson-Cohen, World Without End), que aunque sea por el carácter del personaje, no llama la atención para ser ningún tipo de competencia para el vampiro.
El intento de atracción erótico-oscura de la NBC se queda en mero entretenimiento prescindible, que, viendo la cantidad de oferta seriéfila, puede pasar sin pena ni gloria por televisión pese a que es posible que antes o después vea algo más. Una pena Enrique VIII.
concuerdo con tu analisis, por ahora es un estreno mas, nada espectacular, esperemos como se desarrolla la trama, ahh muy buena la relacion tuya con los grayson de REVENGE jajaj
ResponderEliminarJoooonathaaaaan, no te vayas pa' lo hoooondoooo...!
ResponderEliminarHe visto varios "anuncios" en Tumblr. Tengo que ver el capi. Quizás a mi, pese a lo cutre que parece la neotrama, me enganche algunos capitulillos. AUNQUE, visto también el trailer, ya me doy cuenta qué quieres decir con la actriz que hace de Mina. Paréceme así que actúa como... de pena. Esa "atracción" no cuela. Muy fingida. Y mira que debe ser fácil hacerlo cuando tienes a Rhys - Ras - Meyer delante.
Le daré la oportunidad tho.
Es que se la comen...SE LA COMEN. Con lo que me gustaba a mí en Merlin la McGrath... QUE LE HUBIERAN DADO A ELLA EL PAPEL, Y NO DE LA PRIMA ESPABILADA!! Yo seguiré viendo en huequecillos de mi tiempo, pero me esperaba algo diferente, la verdad. Rhys-Ras-Meyer tiene cara de recién levantado misterioso todo el capítulo, no te lo pierdas
ResponderEliminarEs que tiene que ser algo sorprendente para enganchar o no va a despuntar por ningún lado... Lo de los Grayson es que ni aposta =P
ResponderEliminarSíiii ella tiene carácter! aaay, aunque nadie como Winona para ese papel. Me voy a poner al día en un Rhys Ras este punte jajajajajajajajaj
ResponderEliminarEs obvio que Drácula es el tatarabuelo de Conrad, y que la maldad se fue profundizando con el pasar de las generaciones en la familia Grayson, porque por ahora parece un vampiro bastante light... Spike se está revolcando en su tumba.
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