No voy a negar que la temporada de pilotos se está convirtiendo más en una decepción que en una esperanza, algo que viene siendo habitual desde hace unos años. No obstante, entre los numerosos proyectos —cada vez son más, lo cual es preocupante pensar en el talento desperdiciado— que se estrenan cada año, es fácil encontrar al menos un par que sean potencialmente llamativos. Y son esas series las que, al final, salen ganando.
Masters of Sex, que se estrenó en Showtime el pasado domingo y al día siguiente en el segundo canal de Canal+, es claramente una de esas series que seguiremos de cerca esta temporada. No puedo decir que lo tenga todo, pero al menos posee un reclamo bastante obvio: si es innegable que muchos espectadores son atrapados por las series que no se cortan en mostrar algún desnudo que otro, qué podrán hacer con una serie cuyo tema principal es el sexo.
No obstante, no puede venderse algo de una forma tan explícita. En su lugar, Masters of Sex nos cuenta la historia del doctor William Masters (Michael Sheen) y de Virginia Johnson (Lizzy Caplan, New Girl), pioneros de la investigación sexual a finales de los años cincuenta, y de sus correrías para lograr elaborar el primer estudio científico sobre sexo del mundo, luchando contra todo tipo de impedimentos provenientes de su facultad así como de la sociedad en la que viven. Es decir, una verdadera revolución sexual.
Si bien al piloto le ha faltado algo de dinamismo —ciertamente, no todo puede ser sexo, aunque campa a sus anchas y muy elegantemente durante todo el piloto—, establece una base para una primera temporada en la que pueden ocurrir cosas muy interesantes. Sin duda, los problemas que tendrán que encarar tanto Masters como Johnson en sus respectivas vidas se presentan como tramas bastante sugerentes, pero lo que más me preocupa es cómo tratarán de resolver la forzada tensión sexual entre los dos protagonistas... porque por mucha ciencia que haya en su investigación, les falta mucha química.
Lamentablemente, el principal problema de Masters of Sex es difícil de solucionar: Michael Sheen. Puede que sea una sensación totalmente personal, aunque imagino que la compartimos muchos, pero lo cierto es que este hombre se carga completamente el tono de la serie. No hace mal su papel de tipo serio, estudioso y absorto en su profesión, pero le falta una chispa indispensable para una serie que tiene un potencial tan obvio. Por otro lado, salva a la pareja la siempre agradable Lizzy Caplan, sexual pero comedida, como la propia serie.
No he llegado a ese punto, pero por lo visto el segundo episodio hace despegar a la serie y logra establecer un ritmo mucho más dinámico e interesante. No es que le haga falta, pero de ser así mejoraría mucho al producto. Los demás, ¿qué opináis de Masters of Sex? ¿estamos de verdad ante una revolución sexual?
Difícilmente engancha en el piloto y, a pesar de un pequeño cliffhanger al final del piloto, no creo que vea el siguiente. Esperaré a futuras reviews para saber si mejora.
ResponderEliminarA mi también me pasa lo mismo con Michael Sheen se ha pasado de serio incluso me da como asco y me parece un personaje antipático. Cosa que dudo que buscaran y más para un protagonista....
ResponderEliminarA mi es de los pilotos que más me ha gustado... Al contrario que a vosotros, me gusta Sheen en este papel, y Caplan me encanta. Coincido con el tema de los pilotos: año tras año encuentro menos series que me enganchen a la primera...
ResponderEliminarA Masters of Sex le doy la oportunidad. Veremos cómo avanza.
:)
A mí si me llama la atención, creo que Masters of Sex es de los pilotos que más me han gustado en estrenos.
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