Se trata de una de las series de más éxito de la temporada. El drama de Showtime Masters of Sex, protagonizado por Michael Sheen y Lizzy Caplan, es toda una sensación y un verdadero divertimento. Narra cómo se fraguó el decisivo estudio sobre sexualidad humana de los doctores Masters and Johnson, un hito para la ciencia y una revolución para la sociedad. Y es que los actores están magníficos en esta serie, ambientada en la década de los cincuenta y que cuenta con secundarios de auténtico lujo.
Pero no todo es sexo en esta producción norteamericana, aunque sí lo hay, y mucho. De ahí el eslogan que acompaña a la promoción de la serie: Excitando la curiosidad humana. Masters of sex tiene humor, sensibilidad, ternura, temas espinosos, conflictos generacionales, tabúes, adulterio y una chispa que se percibe desde las primeras escenas.
Si esto no es suficiente, os hago un recuento de cinco razones para no perderse esta joya de la ficción norteamericana más reciente. ¡Ahí va!
1. La importancia de la química
No sólo se da entre los protagonistas, sino también entre algunos de sus secundarios y es que este elemento es muy importante, y no sólo para que el sexo sea lo más placentero posible, algo que la doctora Johnson le enseña a su compañero en uno de los primeros episodios. Según ésta, el ambicioso estudio tiene que considerar y reflejar que la química es fundamental para los sujetos a la hora de llegar al clímax.
2. La moda de la época
Como ya ha ocurrido en otras series ambientadas en esta misma época, como Mad Men o Pan Am, el estilo y la moda que refleja Masters of Sex es casi un personaje más. Los más fashionistas podrán disfrutar con los sofisticados estilismos que lucen los personajes femeninos. Aunque también tienen su punto las pajaritas que suele sacar el doctor Masters...
3. Una cabecera para la historia
Otra clave del éxito que suele acompañar hoy en día a las grandes series son las cabeceras originales, creativas y que marcan la diferencia y que acompañan los títulos de crédito al inicio. La de Masters of Sex es sublime, llena de sugestión, metáforas y sutilezas que me recuerdan a la de Dexter. Si en esta última el tema central era la sangre, en la que nos ataña ahora es el despertar o florecimiento sexual.
4. ¡Menudos secundarios!
Es una delicia ver en pantalla a grandes actores de reparto como Beau Bridges o Allison Janney, que encarnan al matrimonio Scully, es decir, el rector de la Universidad y jefe del hospital donde trabaja el doctor Masters y su señora. Por cierto, a ella se la puede ver simultáneamente estos días como madre de Anna Faris en la sitcom Mom, donde encarna a una mamá nada convencional. También aparece en algunos capítulos interpretando a la madre del doctor Masters, Ann Dowd, quien curiosamente ya trabajó con Lizzy Caplan en la hilarante comedia Bachelorette.
5. El feminismo que exhala la serie
En mi opinión este es el mejor valor de esta producción que habla sin tapujos de la liberalización sexual de la mujer, su emancipación del ámbito familiar y su acceso a todas las esferas de la sociedad. Aunque el personaje que encarna mejor este espíritu feminista sea la protagonista, la doctora Gini Johnson, la reivindicación de las mujeres está presente en muchos otros personajes y elementos. Particularmente, me quedo con la secuencia en la que Gini asiste a la ponencia de la hija de Freud, que se refiere a las mujeres frígidas como histéricas cuyas neuras y trastornos han de ser tratados a través del psicoanálisis. Una teoría que no convence nada a la protagonista, que achaca a la poca destreza amatoria de los hombres la insatisfacción de tantas mujeres en la época.
Además es una muy buena forma de saciar el #MonoPastUsa mientras esperamos nueva temporada de Mad Men :)
ResponderEliminar