Sin ir máslejos, American Horror Story,
la serie con la que Ryan Murphy rompió las barreras de la transgresión en el
cable americano (FX) es uno de los más recientes y palpables ejemplos del tema
que comentamos. Tras ser anunciada su primera temporada en Cuatro a bombo y platillo, las
audiencias no fueron las esperadas y la cadena decidió moverla al late night
y emitirla en forma de maratón. Con esta
medida, la audiencia siguió desplomándose y la emisión de la tercera temporada
está en el aire. Como comentan en este artículo de ¡Vaya Tele!, la decisión de
Cuatro es muy discutible, pues la serie se resetea cada temporada y quizás Asylum sí podía interesar a los
telespectadores.
La
programación de una serie internacional para un canal español de televisión es
complicado, pues los prime time
de ambos países no coinciden. En Estados Unidos, lógicamente, las franjas
nocturnas se reparten entre varias series y, en España, una única serie ocupa
todo el horario de máxima audiencia. En este aspecto también entra en juego las
industrias audiovisuales de ambos países, que son, por cantidad, calidad y
medios, realmente incomparables. Volviendo al tema de la programación, esa
limitación de franjas hace que los capítulos de Estados Unidos duren cuarenta
minutos como máximo, y si hablamos de cable premium (como HBO o Showtime) se
puede extender hasta la hora de duración. Eso, en una televisión española en la
que los capítulos rebasan, sin publicidad, los setenta minutos, es imposible. Por
ello, se suelen programar los capítulos de forma doble. Da igual la grandeza de
la serie. En el caso de Los Soprano,
La Sexta emitía sus episodios de dos en dos a partir de las una de la mañana,
lo que destruyó una gran experiencia televisiva de cuajo. Entourage es otra de las producciones maltratadas por la misma
cadena.
Continuando con la digresión, las diferencias entre las
industrias americana y española son abismales. En Estados Unidos el sistema de
pilotos, en el que las cadenas pocas veces intervienen de forma directa, permite que las networks tengan para elegir
entre un gran número de producciones cada año y dé lugar a un prime time muy
variado. En nuestro país esto no es posible, puesto que una productora no se
arriesga a desarrollar un concepto de serie que no tenga asegurada su emisión
y, por tanto, su rentabilización. Esto se acentúa mucho más en los tiempos que
corren, de crisis, donde cadenas y productoras necesitan sacar ingresos de
debajo de las piedras. La ingente producción americana que llega a España es
también un factor contraproducente, en cierto modo, puesto que si una serie
internacional no funciona, es muy fácil sustituirla por otra de corte similar.
También hay que decir que, en los últimos años, la ficción
internacional no saca excelentes datos en la televisión patria. Los más
puristas, y Elvira Lindo, pensarán que esto se debe a la piratería. Y puede que
tenga su parte de razón, pero hay más, mucho más. El sistema de ventanas, por
el que, primero, se tiene que emitir en la televisión de origen, luego pasa a
la televisión de pago y, después, a las cadenas privadas en abierto. Con este
panorama, es fácil que pase un año entre que se estrena una serie en EEUU y
llega a España. Especialmente sangrante es el caso de Game of Thrones. La serie se estrenó el 17 de abril de 2011 y llegó
a Antena 3 el 17 de julio de 2012. Un año. Un año que es un mundo para una
serie que hace arder las redes sociales y de la que todo el mundo
ansía ver material inédito.
Por último, porque este artículo podría ser interminable,
vamos a hablar brevemente de lo tangible para los espectadores: la emisión.
Pocas series internacionales se emiten en alta definición, algo que se está solucionando, y
los amantes de la versión original tienen poco celebrar en este aspecto. El
canal encargado de ofrecerlo tiene muchísima menos calidad de sonido (algo
lógico empresarialmente, hay que hacer encaje de bolillos con el espacio de los
multiplexores) y los subtítulos… Ay, los subtítulos. Además de ser en formato
telexto —Antena 3 es de los pocos que no los usa—,
es muy complicado encontrar una subtitulación que tenga una correcta
sincronización con el vídeo que acompaña. En este apartado no podemos pasar por
alto los cortes indiscriminados de publicidad de algunos canales, que
cercenan diálogos sin compasión.
A modo de conclusión, cabe decir que la televisión española
no es siempre un ogro maligno. Las series que sí han funcionado —porque las hay se han llevado
un buen trato por parte de la cadena. Under the Dome, The Following, The Walking Dead, Modern Family,
Sherlock. Y hay que hablar
de Lost, que, en un principio, fue ninguneada por TVE y, cuando la cogió
Cuatro, fue tratada con especial mimo —como casi todas las series que pasaron por este canal en sus primeros tiempos—, e incluso su final se emitió con pocas
horas de diferencia. Es decir, cuando se quiere, en España se puede.
¿Existe una alternativa a todo esto que comentamos o nos tenemos que quedar con este titular? Con plataformas como Hulu y Netflix fuera de escena —aunque hay hay algunos intentos— y los canales de pago fuera del bolsillo de muchos, solo nos queda tener paciencia a sabiendas de que cambiar la mentalidad de las
cadenas en abierto, y más en tiempos como los que corren, se antoja una utopía
de dimensiones considerables.
Bueno, en el caso de Juego de tronos hay que tener en cuenta que Antena 3 tarda un año en emitirla porque Canal+ tiene firmado con HBO un contrato de exclusividad para la primera emisión de sus series de España que especifica que no pueden emitirse en abierto hasta que no han pasado determinados meses desde que se han visto en el Plus.
ResponderEliminarPues sí. Pero nos beneficia que no se emita nada en nuestro país y menos en abierto. Los seriéfilos somos gente de otra categoría. No puede ser que el vulgo se ponga a nuestro nivel jaja
ResponderEliminarSí, por eso hablaba de las ventanas. Cuando llega a Antena 3 ya la ha visto todo su público potencial. Gracias por el apunte, y saludos :)
ResponderEliminarElitista! jajaja
ResponderEliminarYo vi el último episodio de Lost en Cuatro, puesto que se emitió simultáneamente, o una o dos horas después, a las 6 y media de la mañana. Recuerdo enfadarme muchísimo porque en Cuatro recortaron un trozo del capítulo (creca de a mitad del capítulo) porque era demasiado éste era demasiado largo y no les cuadraba con su programación ya establecida. Hubo mucha gente que se enfadó e incluso la cadena pidió disculpas por arruinar el final a los fans. A mí me pareció lamentable que ocurriera eso. Aquí os dejo un enlace donde lo explica mejor:
ResponderEliminarhttp://www.tuexperto.com/2010/05/24/perdidos-en-cuatro-cuatro-hace-una-mala-emision-del-episodio-final-de-lost-the-end/