Homeland S03E12. The Star (SEASON FINALE)

Homeland ha cerrado su tercera y polémica temporada con The Star, un capítulo interesante, pero que además podría haber valido perfectamente como series finale, sino fuera porque la serie fue renovada unos meses atrás. O al  menos, la sensación que te deja en el cuerpo es esa, la de despedida final, sobre todo gracias esos últimos quince minutos del episodio que resultan ser una especie de epílogo postapocalíptico, donde nos enseñan a grandes rasgos, la vida de muchos de ellos cuatro meses después de finalizar la misión. 

Aún así, y quizás por ser un capítulo tan oscuro como real, la muerte de Brody marcará un antes y un después en la serie. Por mi parte, si hubieran decidido terminar aquí, seguramente este final no me hubiera dado tanta pereza. Es más, incluso podría haber enfocado la temporada desde otro punto de vista. Pero con una cuarta temporada ya en manos de los guionistas, y con este final tan certero, sólo puedo prever que la próxima temporada no se parecerá demasiado a sus antecesoras. Con la muerte de Brody hemos cerrado un ciclo, y ahora nos preparamos para comenzar otro. Nuevo y diferente, seguro. ¿Interesante? No lo sé. 

Después de una temporada llevada de manera regular, esta última recta final, a pesar de volver a sus impactantes orígenes, nos ha dejado fríos a más de uno. Es más, diría que a muchos. Cansados ya de las trampas y jugadas sucias, este capítulo, que bien podría haber sido alucinante en una temporada anterior, no ha levantado demasiadas opiniones positivas, ni revuelos en las redes sociales. No se han oído quejas, ni frases lastimeras, y a mí personalmente, ni siquiera la muerte del ex-marine, después de todo lo que ha sufrido, me ha hecho sentir lástima. Más bien indiferencia.

Centrándonos en The Star, la trama continua justo donde la dejamos la semana anterior. Un terrorífico Brody consigue huir del edificio, no sin antes esconder malamente el cadáver de Akbari. Con la ayuda de Carrie, conseguirán salir de la capital y dirigirse a un piso franco, donde esperan que la caballería acuda en su rescate. Pero las cosas no serán tan fáciles. Saul, quien duda de Brody casi tanto como del juicio nublado de Carrie, tendrá que tomar una de las decisiones más difíciles: ayudar a su pupila y a su amado a salir del país, o dejar que los iraníes atrapen a Brody, pero así asegurarse la posición y la supremacía de Javadi.

Pero en estas tres temporadas hemos aprendido que Saul es, sobre todo, un buen hombre. Y que a pesar de todos los errores que Carrie haya podido cometer, nunca la dejaría en la estacada. Así que, tomando una decisión totalmente subjetiva y poniendo en peligro la misión, decidirá ayudarles. El problema es que las buenas intenciones del jefe de la CIA no serán aprobadas por todos sus compañeros, y mucho menos por Lockhart, quien ayudado por el Presidente, no dudará en destituir a Saul de su cargo y entregar a Brody al pueblo iraní.

La conversación que la espía y el ex-marine comparten en el piso franco resulta ser una de las más realistas de la serie. Ella le cuenta la verdad sobre su embarazo, y él, que tanto dudaba de sí mismo como de su trabajo, por un momento tiene una razón para huir de allí. Para no creer que su destino es la muerte. Tan sincero como bonito, pero la verdad es que la misión sólo podría tener como final la muerte de Brody. Un final real. Salvo a ojos de Carrie, Brody siempre sería un traidor, alguien que se la ha jugado tantas veces a su país como al país que le reclutó, cambiando de bando una y otra vez. Sólo Carrie supo mirar más allá, pero eso no es algo que pudiera salvarle. Como bien dice Javadi, Carrie ha conseguido que a Brody lo miren con otros ojos, pero para que sea así, para que todo sea perfecto y la misión se cumpla con creces, necesita morir. Necesita que los iraníes lo maten. Tan simple como doloroso.

Capturado por la guardia revolucionaria, Brody aceptará su destino, el que lleva toda la vida esperando, mucho mejor que Carrie, quien no podrá evitar en el último momento, gritar su nombre mientras el pobre hombre es ahorcado en frente de todos. Un final decente, para una temporada muy regular. La muerte del personaje de Brody sólo se ha ido posponiendo temporada tras temporada hasta llegar a este momento, en el que seguir con él era absurdo. Pero quizás seguir sin él también lo sea. Tiempo al tiempo.

El epílogo nos muestra a Saul, Carrie y Quinn cuatro meses después del fatídico final. El primero perdió su cargo y su carrera en la CIA, a pesar de que todo lo conseguido por el bien común fuera mucho. Saul mantiene esa mirada nostálgica cuando vuelve a Washington a la ceremonia conmemorativa anual de la CIA. Mientras tanto, Carrie está de ocho meses y a pesar de haber incumplido medio reglamento, ahora resulta ser una agente espléndida, como lo era antes de conocer a Brody. 

Sus ocho meses de embarazo no impedirán que acepte el cargo de jefa de la estación en Estambul. Es más, sus inseguridades en cuanto a ser madre cada vez son mayores, y es que cuando debería sentir alegría y nerviosismo por su bebé, sólo puede sentir tristeza. Ella será la encargada de conmemorar al difunto Brody, cuyo nombre no fue mencionado en la ceremonia de la CIA. Armada con un rotulador y con profunda tristeza, dibujará una estrella, junto a las demás, la misma que da título al capítulo y la misma que tiene como fin recordar a Brody. Un final de temporada que, vuelvo a repetir, bien podría haber sido el cierre final de la serie. Con  muchas preguntas sobre cómo será la cuarta temporada, nos quedan cerca de nueve meses para reflexionar sobre esta y sobre lo que ha supuesto, un cambio dramático. Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el final de temporada?

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