El color de Saturday Night Live

Cuando Kerry Washington se pasó por el 30 Rock para presentar un episodio de Saturday Night Live hace un par de meses, la actriz de Scandal no dudó —obviamente, con el apoyo del siempre autocrítico equipo del programa— en señalar el pequeño "escándalo" que supuso que al comienzo de la presente temporada se presentara, como viene siendo habitual, a los nuevos actores del show —llamados feautured players— y que ninguno de ellos fuera negro. 

Bromas aparte, parece que Lorne Michaels y compañía han sabido recular, a sabiendas de que la repercusión que tiene el programa de la NBC en la sociedad estadounidense sigue siendo brutal a pesar de su impacto se ha visto menguado con el paso de los años. Por ello, Michaels organizó un casting con la única intención de contratar a una actriz negra, sucumbiendo a las críticas y, de paso, tomando una decisión muy positiva. Así, hace unos días conocíamos la incorporación de Sasheer Zamata, una cómica de color bastante conocida en Nueva York. Poco después, se anunciaba que dos mujeres de color se incorporarían al equipo de guionistas del programa.

Ambas decisiones, obviamente, han sido aplaudidas a pesar de que irremediablemente subyace esa intención de complacer a un sector de la crítica que insiste en que a estas alturas de la película es inaceptable la escasa diversidad racial del programa. 

Curiosamente, durante la presentación de Spoils of Babylon —de la que os hablaremos próximamente— en la gira de invierno de la TCA, los periodistas quisieron saber la opinión de dos de sus protagonistas, Will Ferrell y Kristen Wiig, antiguos miembros del reparto de SNL, sobre este tema. Al parecer, nadie se esperaba que se preguntara sobre ello, y mucho menos algunas de las respuestas que se dieron, pero lo cierto es que la línea de respuesta que se mantuvo en todas las preguntas sobre el nuevo rumbo del programa de la NBC fueron educadas, corteses y, especialmente, sobre la máxima de "¿de verdad importa tanto?".

SNL realmente nunca ha sido un programa diverso en la cuestión racial. La televisión generalista estadounidense, por lo general, tampoco lo es. En la actualidad, solo dos miembros de su reparto, Kenan Thompson y Jay Pharoah, son negros. Si tenemos en cuenta que Nassim Pedrad es de origen iraní y que Noël Wells tiene ascendencia mejicana —que a efectos no tiene relevancia—, la diversidad acaba aquí. Históricamente, la diversidad también ha sido reducida: tan solo 15 actores negros, cuatro de ellos mujeres; 2 latinos y ningún asiático —Fred Armisen tiene ascendencia japonesa pero no, no cuenta— se han pasado por SNL. La excusa que se ha puesto siempre y, de hecho, el mismísimo Kenan Thompson la puso recientemente —llevándose palos por ello—, es que llegado el momento ningún actor de color ha podido pasar el corte. Y es razonable.

Téngase en cuenta que también estoy mirando esto desde otra perspectiva, y es que en nuestro país es impensable que una serie la protagonice un actor no español que no sea blanco*, pues en España los castings se realizan con la intención de satisfacer a todos los grupos de edad y no a todas las razas. Aun así, creo que en el caso de SNL se habrán considerado —y, de hecho, seguramente así haya sido— cuestiones tales como la demografía de su audiencia y la calidad de los aspirantes, por encima de satisfacer las necesidades —que por otro lado, deberían ser satisfechas— de un apartado de la sociedad americana. Aunque es una cuestión razonablemente controvertida, también se podría argumentar que no haya miembros del reparto hispanos o asiáticos, razas también muy representativas de la población estadounidense. ¿Es necesario que un programa represente todas las características de la audiencia a la que va dirigido para poder ser funcional? Pregunto.

Espero que Sasheer Zamata tenga suerte en su labor, porque entra al programa con todas las miras puestas en ella. No tiene nada que demostrar, pero obviamente sí tiene una gran responsabilidad que va más allá de su sexo o el color de su piel. Digo yo.



* Modificado el 11 de enero a las 15:00 para evitar malentendidos. Obviamente, no pretendía decir anteriormente que una persona negra no pueda ser española, pero entiendo que quien quiera hacerlo puede llegar a esa conclusión.