Como todos los años, la gira de invierno de la TCA nos está ofreciendo varias sorpresas y, en esta ocasión, puede que la más grande de todas haya pasado desapercibida entre todo el caos y la excesiva cobertura que han recibido los Globos de Oro: ayer, Kevin Reilly, presidente de la FOX, anunciaba que su cadena abandonaría por fin el tradicional sistema de pilotos en el que se han basado las principales generalistas americanas durante las últimas décadas.
¿Es una sorpresa? En cierto sentido. Aunque es evidente que el sistema de la pilot season está obsoleto y que en la actualidad es mucho más ineficiente de lo que cualquier cadena se pudiera permitir debido a los desorbitados costes que acarrea, lo cierto es que a pesar de todo seguía —y, en cierto sentido, sigue— siendo una de las alternativas que ofrecía mayores garantías. Instaurada en un momento en el que tan solo había tres grandes cadenas fuertes, la pilot season carece totalmente de sentido hoy en día, cuando la competencia es cada día más brutal y se han multiplicado enormemente tanto las cadenas de televisión —minoritarias, sí, pero relevantes— como los productos de ficción —debido al interés de estas mismas cadenas por tener su propia serie o una cartera de ellas.
Pero, ¿cómo funcionaba hasta ahora? Es complicado, por lo que lo voy a simplificar, pero más o menos el proceso es el siguiente:
- El pitch (verano): las principales cadenas generalistas —ABC, CW, FOX, NBC y CBS— reciben alrededor de medio millar de presentaciones de nuevas series y programas por parte de guionistas y productores.
- El guión piloto (otoño): las cadenas piden entre 70 y 100 guiones a los productores que ofrecieron las mejores presentaciones. Estos guiones serán, en principio, los que conformen los pilotos que serán encargados.
- La luz verde (diciembre y enero, es decir, ahora): las cadenas empiezan a pedir pilotos tras escoger la veintena de ellos más atractivos.
- La temporada de pilotos (febrero a abril): los pilotos escogidos comienzan a tomar forma, comienza a prepararse el equipo y, especialmente, a realizar las audiciones del competitivo casting. La cadena tiene poder sobre el casting elegido.
- Las selecciones (mayo): una vez producidos, los pilotos son presentados a las cadenas y, en ocasiones, se suelen testear antes de ello —no sé si se seguirá practicando pero se suele escoger a turistas aleatorios de Las Vegas para que valoren el piloto. Utilizando todas las valoraciones recogidas, se decide el destino del piloto en menos de dos semanas desde que son presentados y, finalmente, de los 20 escogidos en invierno, solo un puñado —de 5 a 10, generalmente— son convertidos en serie. Se presentan en los upfronts de mayo, como sabemos.
Como vemos, desde que una idea es presentada hasta que es finalmente aprobada pasa casi un año. Si es aprobada, bien, pero si no lo es supone un gasto de gestión inmenso para la cadena y, cómo no, un gasto terrible para los estudios y productores, así como diversos costes de oportunidad para actores, directores y demás miembros del equipo. Como decimos, es un sistema altamente ineficiente pero también con las mejores relaciones coste-riesgo.
Entonces, ¿cuál es la alternativa y qué camino escogerá Reilly? Al parecer, tomará el sistema del slow-cooking del cable. Se seguirán produciendo pilotos, pero el sistema será diferente, principalmente porque los pilotos elegidos se escogerán con el objetivo de que sean convertidos en serie —y no descartados la mitad, o más, de ellos, como se ha venido haciendo hasta ahora. Por lo tanto, la cantidad de pilotos se verá reducida y el número de guiones y de pitches que se compren también menguarán. De hecho, mucho más todavía ya que, como sabemos, el primetime de FOX es más corto que el del resto de networks.
Este año, obviamente, será el de la transición ya que parte del proceso tradicional ya ha sido completado. Aun así, la FOX pedirá estas semanas menos pilotos de los habituales, especialmente dramáticas, con el objetivo de que cuando llegue mayo la mayor parte de ellas sean aprobadas para la temporada 2014-2015 o para la siguiente. Esto implica, como es obvio, que la cadena se involucre más en el proceso de desarrollo de los pilotos y que, trabaje conjuntamente para desarrollar el producto que realmente están buscando —lo cual tiene mucho más sentido que simplemente descartarlo si no les gusta. Eso también significa no tomar decisiones basándose en un único episodio: el piloto se seguirá produciendo, pero se atenderá al desarrollo de alternativas al mismo tiempo trabajando con el equipo de guionistas en guiones de refuerzo o de desarrollo —algo que, por lo visto, ya se está haciendo con dos pilotos dramáticos— con el fin de planear el desarrollo de la serie antes de que se pidan más episodios. Esto implica, sin duda, mucho más trabajo y dinero, pero reduce el riesgo de que la serie final sea cancelada una vez sea estrenada.
¿Hay más alternativas? Sí, por supuesto. La alternativa "barata" es pedir directamente series basándose en un conjunto de guiones prometedores, algo que se lleva practicando de forma limitada —entraña un gran riesgo— desde hace un tiempo y que también practicará la FOX la próxima temporada con una de sus futuras propuestas. Y otra, que se está poniendo realmente de moda, es la producción de event series, un modelo de producción similar al de las miniseries en el cual la FOX también es pionera con Gracepoint, Wayward Pines o la nueva temporada de 24. Aun así, el sistema del cable sigue siendo mejor, con diferencia.
¿Hay más alternativas? Sí, por supuesto. La alternativa "barata" es pedir directamente series basándose en un conjunto de guiones prometedores, algo que se lleva practicando de forma limitada —entraña un gran riesgo— desde hace un tiempo y que también practicará la FOX la próxima temporada con una de sus futuras propuestas. Y otra, que se está poniendo realmente de moda, es la producción de event series, un modelo de producción similar al de las miniseries en el cual la FOX también es pionera con Gracepoint, Wayward Pines o la nueva temporada de 24. Aun así, el sistema del cable sigue siendo mejor, con diferencia.
Se espera que el resto de networks se cambien a este modelo o, si no, a uno similar. Como dice Reilly, la situación no puede empeorar. En principio, es un win-win clarísimo: las cadenas reducirían el riesgo de la cancelación produciendo series que tengan mayores probabilidades de atraer a la audiencia y ésta podrá consumir series que verdaderamente satisfagan sus necesidades a corto y largo plazo. La única pega que le veo es que, posiblemente, al reducirse el número de pitches o presentaciones puede que el talento se vea superado por el peso de los grandes nombres. Y eso sería una lástima.
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