Atención: spoilers de la primera temporada de Super Fun Night
Ahora que ha concluido su primera temporada, debo decirlo: soy consciente de que Super Fun Night no ha cumplido con las expectativas, si es que alguien tenía alguna. No obstante, teniendo en cuenta que suponía el ingreso de Rebel Wilson en la élite televisiva, era de esperar cierta grandeza por parte de esta sitcom de ABC sobre un grupo de chicas que rozan la treintena y que, de alguna forma, siguen siendo las adolescentes que eran cuando se conocieron.
¿Por qué la veo, entonces? Pues ni idea. Supongo que es tan facilona que acaba satisfaciendo las necesidades de los que no buscan una televisión demasiado complicada.
Super Fun Night hace aguas por todos lados. Por un lado el casting así como algunos personajes son horribles (especialmente los del bufete, Richard y Kendall). Por otro, la mayor parte de los conflictos que hemos visto a lo largo de la temporada son verdaderos refritos predecibles con un toque-nerd-que-no-llega-a-serlo y sí mucho edulcorante de la peor generación de romcoms de la historia. No ha ayudado el desorden de episodios de la primera temporada (por ejemplo, el piloto original presentado a ABC fue emitido en diciembre), así como algunos intentos realmente impactantes por cambiar el rumbo de la serie repentinamente (no olvidaré jamás el sexto episodio, The Love Lioness), lo que ha conseguido que al término de su primera temporada la serie realmente no se haya definido a sí misma. Eso supone alguna que otra sorpresa, personajes que vienen y van, así como tramas inexplicables; nada desagradable, pero sí un poco confuso.
Obviamente, las tres chicas protagonistas, Kimmie, Helen-Alice y Marika, tiran del carro a la fuerza y lo cierto es que a pesar de ser demasiado similares han logrado conseguir un conjunto muy simpático y con una dinámica espectacular. Esta amistad es, por decir algo, el único punto fuerte de Super Fun Night, ya que por separado, realmente no funcionan muy bien (ni siquiera el personaje de Rebel Wilson, sus enfrentamientos con Kendall o su triángulo amoroso tan inverosímil).
En cualquier caso, si por algo recordaré Super Fun Night es por dar la cara con uno de los desarrollos de personaje más curiosos que hemos visto en una serie similar en los últimos años. Era evidente que Marika (interpretada por la brillante Lauren Ash) daba indicios de lo que le sucedería a su personaje desde el comienzo de la serie, pero (y no sé si vosotros también) hasta el mencionado episodio The Love Lioness no caí en la cuenta de que realmente estaban tratando de "testear" el terreno poco a poco para poner tarde a temprano la verdadera sexualidad de Marika sobre la mesa. Lo cierto es que el momento en el que Marika se da cuenta de su sexualidad fue realmente flojo (quizás por aquello de no dañar sensibilidades), pero lo considero realmente compensado con la salida del armario ante unas amigas que, en resumidas cuentas, siempre lo supieron. El camino no ha sido tan largo como pueda parecer, pero sus aficiones, su obsesión con la Xena de este universo y la introducción de la amiga de Rebel en Pitch Perfect, Hana Mae Lee, lo han hecho muy agradable.
Curiosamente, Rebel Wilson contrató desde el primer momento a Jen Braeden, guionista lesbiana especializada en crear y desarrollar personajes con esta sexualidad (una entrevista muy interesante a ella aquí) y que, de hecho, es la que firma el episodio The Love Lioness. Trabajó en United States of Tara y Awkward, y es la responsable de Sophia en Underemployed. Rebel quisó contar con ella y sin duda ha contribuido a desarrollar un personaje realmente interesante, tanto como por lo divertida que es como por lo que representa.
Eso si, quizás una temporada haya sido suficiente...
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