Criminal Minds, la serie que lo resiste todo

No lo solemos hacer muy a menudo. De hecho, tenemos pocas reviews de series de este estilo, pero cada tanto viene bien hablar de series procedimentales. ¿Por qué? Porque todos nos hemos quedado horas frente a la pantalla viendo los capítulos autoconclusivos que éstas nos dan y porque sabemos que siempre tendrán algún pequeño espacio entre nuestra apretada agenda seriéfila.

El caso de Criminal Minds es algo extraño. No ha impactado en todos nosotros cómo en su momento lo hizo la franquicia entera de CSI ni tampoco nos han enamorado las personalidades de sus personajes de la forma que lo hicieron House o Bones. Pero está a punto de finalizar su novena temporada y ya ha sido renovada por la CBS para una décima.

Y durante estos años a sorteado diferentes tipos de obstáculos dentro de los cuales se destacan los cambios de reparto. Ya al finalizar su primera temporada, Lola Gaudini (la líder principal femenina de la serie) decidió irse al no adaptarse al ritmo de vida de Los Angeles. Los productores tuvieron la suerte de que Paget Brewster, su reemplazo, logró una mayor acogida entre el público. Brewster terminó dejando su puesto en la octava temporada a Jeanne Tripplehorn rodeada de problemas presupestarios por parte de la producción. No fue algo excepcional. Ya el personaje de JJ fue retirado temporadas atrás por temas financieros, pero las presiones de los fans hicieron que la agente del FBI regresara a la división de analistas. 

Sin embargo, el mayor conflicto surgió cuando Mandy Patinkin decidió dejar la serie al finalizar su segundo año. Fue tanto el desagrado del resto del elenco y del equipo técnico por su renuncia que hubo que contratar nuevo personal para que se le pudiera dar una salida digna al personaje, ya que nadie quería volver a trabajar con él luego de su abrupto anuncio.

Pese a todo, el gran reto de la serie fue aguantar sus números de audiencias frente a American Idol, que durante años aplastó a la competencia con sus audiencias millonarias. En los últimos años se sumó a la batalla de los miércoles Modern Family. Por desgracia su propio spin-off no corrió la misma suerte y fue cancelado luego de trece capítulos.

Esto no significa que sus problemas hayan terminado. Las temporadas siguen pasando y los sueldos del reparto se vuelven cada vez más caros. Los ratings bajaron un poco y no se sabe cuánto pueden llegar a decaer en su regreso. ¿Podrán superar los analistas de Quántico otra partida de algún miembro de su equipo? Estamos seguro de que sí, pero ¿Por cuánto tiempo?