Durante las últimas semanas, y las que quedan, la actualidad televisiva estadounidense se puede resumir en un único tema: la pilot season. Es decir, la temporada de preparación de las propuestas de series que se aprobarán el próximo mayo en los upfronts... o, si ha habido suerte, ya han sido aprobadas y están aseguradas en el calendario de la próxima temporada.
A pesar de que el sistema ha evolucionado ligeramente desde que la FOX tomara la iniciativa el año pasado, las cosas no han cambiado tanto como era de esperar... o al menos no tan rápido (al fin y al cabo, cambiar un sistema tan incrustado en la industria es toda una proeza). No obstante, hayan cambiado o no los procesos de la pilot season, hay una cosa que sigue y seguirá estando al orden del día: los castings... más allá incluso que las propias series para las que se desarrollan.
Estos días se está decidiendo quiénes serán los que protagonicen las series de la próxima temporada, y dada la nueva dimensión que ha alcanzado la ficción televisiva, el revuelo que sigue a todos los procesos de casting está garantizado. ¿Quién protagonizará el drama estrella? ¿qué actor regresa después de años sin que le veamos el pelo? ¿qué actriz ha tirado la toalla con el cine y se ha apuntado a la televisión? De eso, y mucho más, hablaremos más adelante.
Actualización 27/02:
- Jaimie Alexander y Sullivan Stapleton han fichado por el piloto de NBC "Blindspot"
- Marcia Gay Harden ha fichado por el piloto de CBS "Code Black"
- Meagan Good estará en la serie de "Minority Report"
- Alison Pill estará en el piloto de Jenna Bans
La wish-list: ¿se equivoca?
El año pasado hicimos un interesante repaso de las caras más cotizadas de aquel entonces: la wish-list de las cadenas. Actores y actrices que se han convertido en los más solicitados, ya sea porque encajan con el perfil de moda de ese año, porque son aspirantes a protagonizar una serie de éxito debido a sus éxitos previos más recientes... o en su defecto, otrora estrellas de cine que se han hartado de recibir papeles de segunda y quieren un trabajo más estable. Reciben multitud de ofertas por parte de las cadenas, antes incluso de que comiencen los procesos de casting, y prácticamente tienen en su poder la decisión de tener el trabajo que quieran... si es que lo quieren. Sin hacer ni audiciones.
Como podéis ver en el enlace anterior, de los actores más deseados del año pasado, no todos ellos encontraron su serie pero sí se hicieron un hueco de alguna forma en el mercado. Mary-Louise Parker no protagonizó ninguna serie pero sí se unió al hit The Blacklist. Hugh Laurie finalmente se ha decantado por la televisión británica (le veremos el año que viene en The Night Manager con Tom Hiddleston). Adam Pally se quedó en The Mindy Project y se rumorea que se está preparando para el regreso de Happy Endings (curiosamente, Damon Wayans Jr. abandonará New Girl en búsqueda de "otro" proyecto). Incluso Kyra Sedgwick se unió a Brooklyn Nine-Nine. El único que se lo ha tomado con excesiva calma ha sido John Krasinski.
Otros nombres muy solicitados también movieron ficha en televisión: Hilary Swank esperó hasta que saliera un proyecto a su altura y estará en The One Percent de Starz, una serie de González-Iñárritu. Ryan Philippe estará en el remake Secrets & Lies que se estrenará el 1 de marzo en ABC. Unos diás más tarde se estrenará Dig, con Jason Isaacs. James Marsden protagonizará la adaptación televisiva de Westworld de Jonathan Nolan para HBO. Maggie Gyllenhaal ya triunfó en The Hounourable Woman y su marido Peter Sarsgaard está en el remake de The Slap que veremos estos días. Mary Elizabeth Winstead estará el remake de Les Revenants. Octavia Spencer al final se quedó en el remake Red Band Society.
Es decir, de aquella lista solo unos pocos se quedaron sin serie, como Jennifer Garner, muy ocupada con su marido, según ella; Jennifer Connelly, quizá demasiado alternativa para una network; o Rose Byrne, quien no encontró un proyecto a su altura.
Los más deseados y las nuevas tendencias
Este año, el panorama pinta muy interesante, y hay una actriz que según Deadline es la más cortejada: Jamie Alexander. Tras un breve paso por Agents of S.H.I.E.L.D. y que el ambicioso proyecto de Ryan Murphy para HBO, Open, quedara en agua de borrajas, la actriz estaría dispuesta a ceder y protagonizar una serie para una de las cinco grandes (recordemos que también saldrá en The Brink, de HBO). Por el lado masculino, por otro lado, el actor Sullivan Stapleton (Strike Back y la secuela de 300) sería el más solicitado del momento.
No obstante, lo que llama la atención de los castings de este año no es tanto los nombres como las tendencias: al parecer, el triunfo de series racialmente diversas más recientes como How to Get Away with Murder, Jane the Virgin, Black-ish o Cristela han sido suficientes como para que los próximos proyectos cuenten con una nota racial agregada, con efectos por supuesto en los casting. De hecho, los expertos aseguran que el estreno de Empire y su gran éxito han sido el principal detonante para que las estas decisiones hayan tomado forma. Por ejemplo, tres de las siete series con las que trabaja NBC (que se ha apuntado al slow-cooking, afortunadamente) cuentan con un componente de diversidad racial muy importante no solo como elemento de casting, sino como premisa.
En el casting, esta demanda de diversidad racial también es apreciable: Sandra Oh, Rosario Dawson (que estará en Daredevil), Sophie Okonedo, Freida Pinto, Meagan Good, Damon Wayans Jr., Ramon Rodriguez o Nasim Pedrad están recibiendo numerosas ofertas y seguramente les veremos en las series de este otoño. No son los únicos, pero se dice que este año habrá un cambio de "tonalidad" en muchas series. De hecho, llama la atención cómo las noticias de castings de estos días están plagadas de buenas noticias como esta.
Por otro lado, los dos últimos años han sido también los años de las despedidas de series, lo que ha supuesto que actores consolidados en televisión estén disponibles. Eso pone en el punto de mira a los actores de muchas series, pero especialmente (según Deadline, de nuevo) los de de Parenthood, Parks and Recreation, Covert Affairs (en especial el dúo protagonista), The Mentalist, Two and A Half Men, Justified, The Newsroom, Glee y Strike Back. Es decir, demasiados. ¿Serán capaces de colocarse de nuevo en primera línea?
Otros nombres que se barajan son Marcia Gay Harden, una secundaria estrella habitual pero que no ha tenido hasta ahora suerte como protagonista; Josh Charles, quien como imaginábamos no quería abandonar The Good Wife solo para estar con su familia; y James Purefoy, cuyo destino en The Following está en la cuerda floja.
Por último, se rumorea que han tirado la toalla y que buscan encontrar su hueco en televisión Kevin Kline, Michelle Pfeiffer, Susan Sarandon y John Cusack. Aparentemente, Dennis Quaid lo va a volver a intentar tras el fiasco de Vegas, y Diane Lane está de nuevo en la lista de las más solicitadas a pesar de que rechazó todas las propuestas del año pasado.
La temporada de casting más complicada de la historia
Se dice (según leemos en otro artículo de Deadline) que estamos en la temporada de pilotos más dura de la historia, al menos en cuanto a los casting se refiere, y la razón es muy lógica: la competencia que supone para las networks los canales de cable y las plataformas digitales también tiene implicaciones en los procesos de selección de reparto. Antes, las networks tenían muy claro a qué actores podían destinar sus suculentas ofertas: aquellos que ya no tenían un hueco en la primera línea del cine o aquellos que habían demostrado grandes éxitos en televisión.
Hoy en día, estos actores prefieren firmar con otro tipo de canales con más caché, protagonistas de un universo de ficción donde la televisión en abierto se queda obsoleta. Tal es la situación, que actores que hace unos años no hubieran sido ni considerados, hoy en día son cortejados por varios canales. Esto, evidentemente, es una navaja de doble filo.
Además, las cadenas van justas de tiempo, porque este año se han tomado más tiempo de la cuenta a la hora de decidir qué pilotos desarrollar (decisión que se deriva del nuevo proceso de slow-cooking, el cual implica más trabajo por parte de las cadenas y no solo por parte de los estudios y productores). Eso implica menos tiempo para hacer tests de casting, un proceso que ha perdido mucho peso en la apretada agenda de este año.
En definitiva, puede que el nuevo proceso de la pilot season sea positivo en términos generales, pero está claro que las cadenas necesitarán ajustar su calendario el año que viene. Quizás las series que veamos la próxima temporada estarán mejor escritas, dirigidas y producidas, pero existe el riesgo de que los actores que las protagonicen no sean los más indicados, por mucha estrella de capa caída o igualdad racial que haya, y todo por cuestión de tiempo. Y ya sabemos que no importa lo mala o buena que sea una serie si quien la protagoniza no es la persona indicada.
Hoy en día, estos actores prefieren firmar con otro tipo de canales con más caché, protagonistas de un universo de ficción donde la televisión en abierto se queda obsoleta. Tal es la situación, que actores que hace unos años no hubieran sido ni considerados, hoy en día son cortejados por varios canales. Esto, evidentemente, es una navaja de doble filo.
Además, las cadenas van justas de tiempo, porque este año se han tomado más tiempo de la cuenta a la hora de decidir qué pilotos desarrollar (decisión que se deriva del nuevo proceso de slow-cooking, el cual implica más trabajo por parte de las cadenas y no solo por parte de los estudios y productores). Eso implica menos tiempo para hacer tests de casting, un proceso que ha perdido mucho peso en la apretada agenda de este año.
En definitiva, puede que el nuevo proceso de la pilot season sea positivo en términos generales, pero está claro que las cadenas necesitarán ajustar su calendario el año que viene. Quizás las series que veamos la próxima temporada estarán mejor escritas, dirigidas y producidas, pero existe el riesgo de que los actores que las protagonicen no sean los más indicados, por mucha estrella de capa caída o igualdad racial que haya, y todo por cuestión de tiempo. Y ya sabemos que no importa lo mala o buena que sea una serie si quien la protagoniza no es la persona indicada.
Exacto! Muy buen post. Contando con Sissy Spacek y Kyle Chandler en Bloodlines por Netflix y los tumbos sin éxito que ha tenido Chloë Sevigny. Con la llegada de Fortitude por Sky Atlantic con Stanley Tucci y el regreso de Sofie Gråbøl. Muy bien este material. Cualquier ayuda,estoy por @dobled2. Saludos desee Venezuela.
ResponderEliminarPor que aparece en la foto Matthew Rhys? El no esta en THE AMERICANS?
ResponderEliminarÉl no sale en la foto. Saludos
ResponderEliminarUn saludo ;)
ResponderEliminarCierto, suelo confundirlo. Gracias!
ResponderEliminarEstos tienen que ser hermanos SEPARADOS AL NACER. Jajajajaja
Me pregunto si no hay alguna posibilidad de que vuelva Covert Affairs para un final digno de 6 o 8 episodios o que la compren los nueva hornada de creadores de las series como Netflix, Amazon, Microsoft o Hulu.
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