Daredevil, sangre y violencia a contraluz

El pasado viernes Netflix ponía a disposición de sus suscriptores la primera temporada de Daredevil, y primera de las cinco colaboraciones que Marvel y la plataforma tienen firmadas. La expectación ha sido máxima por ver el resultado, sobre todo por la tibia acogida que han tenido los dos proyectos anteriores de la productora, Agent Carter y Agents of Shield, que si bien no son ningún desastre, quedan aún un poco lejos del canon de calidad que impera hoy en día en la industria. 

El precedente cinematográfico tiene defensores, de todo tiene que haber, pero la película protagonizada por Ben Affleck fue un fiasco absoluto y difícilmente defendible. Por eso mismo el listón estaba muy bajo y casi cualquier cosa hubiera bastado para superarla. Pero Netflix ha demostrado que no ha empezado a producir series a la ligera y que, aunque sean de género o de franquicia, quieren darle un sello propio de calidad. Daredevil tiene una producción estupenda y un elenco de actores bastante interesante, con actores carismáticos en otras ficciones, otros desconocidos y hasta viejas glorias del cine como Vincent D'Onofrio.

Charlie Cox es el encargado de ejercer de Matt Murdock, un abogado novato ciego desde que tuviera un accidente cuando era un niño. De noche, se viste con un traje negro y una máscara casera, que también le tapa los ojos, para patear a los maleantes de Hell's Kitchen. Su amigo es Foggy Nelson (Elden Henson), socio de su recién creado bufete y amigo personal de Murdock. Es el encargado de poner la nota humorística que rebaje toda esa tensión y oscuridad de la trama. Su primera clienta es Karen Page (Deborah Ann Woll), que ha sido inculpada por un asesinato que no cometió y que encierra una trama criminales de alto nivel. Todavía en el piloto no vemos a Kingpin, interpretado por D'Onofrio, ni tampoco al personaje de Rosario Dawson. Muchos teníamos ganas de ver otra vez a Charlie Cox después de su trabajo en Boardwalk Empire y a Deborah Ann Woll tras True Blood, y Daredevil nos trae a los dos juntos. La química resultante me ha convencido y puede ser una excusa para seguir viéndola. 

A pesar de que la historia está bien contada en líneas generales, he sufrido mucho con algunos diálogos que me han hecho perder el hilo. El primero es el monólogo inicial en el confesionario, cuando un personaje que acabamos de conocer nos cuenta una historia de la que no queremos saber nada. Para empezar a dibujar un retrato sobre el protagonista podría haberse hecho de otra manera. Puede que sea porque la historia del padre boxeador no me interesa en absoluto pero otra de las escenas que más me molestan es ese flashback a contraluz. Ambas me parecen innecesarias y aburridas. Por el contrario, las secuencias que hacen avanzar la acción son ágiles y están muy bien llevadas. Y las de acción, también. 

La serie consigue reflejar la oscuridad y la violencia que distingue a Daredevil de otros superhéroes más "blandos". La fotografía consigue convertir la oscuridad implícita del personaje en una oscuridad palpable, como queriendo que sintamos lo que siente una persona invidente. Además, las escenas están llenas de contraluces, algo que personalmente me molesta mucho, pero que admito que le da un toque muy de cómic, donde se suelen utilizar de manera similar. Esta oscuridad, el hecho de que las escenas se desarrollen de noche, facilita el rodaje de las secuencias de acción, cuando los fallos y los dobles se notan menos. Por último, me gustaría mencionar el montaje paralelo final que sirve para presentarnos a los todos los villanos ejecutando sus fechorías y a Daredevil en su azotea esperando para intervenir.

Mi conclusión es que Daredevil da un paso adelante en el universo televisivo del cómic, y en parte también en el cinematográfico, pues estamos ante un producto más maduro y menos infantil de lo que estamos acostumbrados a ver. Siempre he dicho que a Marvel le hacía falta un poquito de mala leche y mucha sangre. Creo que la serie consigue tener un estilo visual definitorio, una intención clara de hacia dónde quiere ir y unos mimbres suficientemente robustos como para convertirse en la mejor series de superhéroes hasta la fecha.

Daredevil no tiene fecha de estreno aún en España, pero como sucede con los últimas series de Netflix, intuyo que la plataforma se las está guardando para sí misma, por lo que su desembarco parece inminente.