Ya en su primera temporada, Silicon Valley destacó como una de las comedias del año. Wn su recta final logró encandilarnos con su sátira del panorama tecnológico actual, con una cabecera que recordaba a la mítica The IT Crowd (y mucho más que bebe de la británica), y un humor entre la vergüenza ajena y la parodia del sector. Con esto y unos protagonistas que podrían ser las estrellas de la próxima película icono de esta época nos sale una de las mejores comedias en emisión, aunque como serie siempre será minoritaria.
La ficción creada por Mike Judge ha crecido, ha superado el nivel de su anterior tanda de episodios, aumentando el trasfondo de la burbuja 2.0, haciendo que sus personajes sean más extravagantes y con una rapidez en sus guiones admirable. Cualquiera que siga un poco la actualidad tecnológica puede identificar claramente todas las referencias de la serie, la búsqueda de financiación, la competencia atroz, el espionaje, la guerra de patentes, el baile de inversores, CEOs y directivos, etc. En todo ello Silicon Valley ha conseguido darle el toque divertido, esta no será nunca una serie de chistes y grandes carcajadas (esto cada vez es menos cierto), pero sí que encaja perfectamente en su canal, HBO, y emparejada con la grandísima Veep.
Ganadora del premio a mejor comedia en los Critics Choice Awards y Mejor Actor para T. J. Miller, dudo que sea por la temporada actual, pero si no entraba el año que viene preveo ambos premios de nuevo, el capítulo de la mediación judicial es de oro y la intervención de Erlich Bachman va directo a lo mejor del año. Gilfoyle nunca falla cada vez que abre su boca y su química con Dinesh no se conseguía desde Epi y Blas. Jared es incómodo de ver en pantalla, sabes que la va a fastidiar, algo que el actor Zach Woods conserva de su época de The Office, como el momento de presentar a las dos mujeres que trabajarán juntas en la compañía. No nos podemos olvidar por supuesto de Richard, el pegamento que une todo y el que lleva muchos de los desastres a la compañía, como a Russ Hanneman, ¿cómo es posible que alguien hoy en día se fie de algún personaje interpretado por Chris Diamantopoulos?
En cuanto a audiencias, los ratings de HBO normalmente son lo que más carcajadas provocan fuera del canal, en concreto el último capítulo tuvo un 1.1 en demográficos y 1.8 millones de espectadores, algo que no estaría nada mal si no fuera por que justo antes se emitió la epiquísima finale de Game of Thrones con 7 millones de espectadores y un 3.6 en demográficos, está claro que no van a mantener los datos de la de R.R. Martin, aún así consigue mejores audiencias que Veep. ¡Larga vida a los de California!
COMENTARIOS