Quienes no ven Gravity Falls (demasiada gente aún) probablemente se sorprendieron al ver el revuelo que se formó entre la comunidad seriéfila la semana pasada por su regreso. La serie de animación de Disney Channel no solo volvía de un parón de varios meses, sino que nos había dejado un cliffhanger de los de morderse las uñas.
La premisa de Gravity Falls es simple: dos hermanos, Dipper y Mabel, se van a pasar las vacaciones de verano con su tío abuelo —grunkle, como ellos lo llaman— Stan, que tiene una tienda de souvenirs en una pequeña localidad cuyo nombre da título a la serie. Al poco de llegar, descubren que en el bosque de Gravity Falls habitan todo tipo de criaturas sobrenaturales y se topan con un misterioso diario de campo en el que un autor anónimo ha ido documentando sus características y la forma de hacerles frente.
Las razones por las que un producto tan sencillo se ha hecho con un puñado de fans tan fieles y ruidosos son las mismas por las que merece la pena darle una oportunidad.
1. Una animación muy cuidada
Los trazos más rápidos de comedias como BoJack Horseman o Bob’s Burgers pueden tener mucha personalidad y encanto, pero cuando el dibujo de una serie está tan cuidado como en Gravity Falls, se agradece. Con ella nos adentramos a un universo rico, lleno de color y en el que todo está pensado al detalle, es decir, un regalo para la vista. ¿El inconveniente? Que los ritmos de producción y emisión son casi insoportables: los episodios se estrenan cada dos o tres semanas y hay parones constantemente.
2. Su mitología no deja de crecer
Los series mágicos que pueblan Gravity Falls están allí por una razón y que los vecinos del pueblo parezcan no darse cuenta tiene su explicación (no como en Buffy). Nada está dejado al azar en una serie que, además, logra que sus misterios estén relacionados de forma muy natural con sus protagonistas. La mitología es más que un telón de fondo y los episodios suelen abordarla de forma directa, pese a que lo más fácil sería acomodarse en el formato procedimental (y seguiría siendo divertidísima, ojo).
3. Diversión garantizada
La idea de base da para mucho, así que las tramas episódicas no decepcionan. La serie se atreve con todo (viajes en el tiempo, zombis, inteligencia artificial...) y siempre tiene gags muy inspirados que funcionan tanto si tienes once años como treinta. Entre eso, la multitud de guiños cinéfilos y videojueguiles, los tronchantes one liners de Mabel y los personajes recurrentes como Pacífica o Lil Guideon, la diversión está garantizada. Con voces detrás como las de Kristen Schaal (Bob’s Burgers), Jason Ritter (Parenthood), Will Forte (The Last Man on Earth), Nick Offerman (Parks & Recreation), Jennifer Coolidge (2 Broke Girls), Nathan Fillion (Castle) o la última incorporación, el oscarizado J. K. Simmons (Oz).
4. Grandes personajes
Algunos, como Mabel, son entrañables desde el primer minuto; a otros, como Stan, los vamos conociendo más con el paso de los episodios; pero todos los personajes de Gravity Falls son geniales a su modo. Evolucionan, aprenden de sus errores y la relación entre ellos es el pilar en el que se sostienen las tramas. Nada de lo que ocurre se olvida de un capítulo para otro y por eso la serie funciona de maravilla.
5. Temas universales
Los relatos de fantasía y ciencia ficción deben, a la hora de la verdad, contar historias reconocibles y que nos hablen del mundo real para ser realmente interesantes. Incluso en una serie para niños como Gravity Falls no se olvidan de esta regla no escrita: en ella se habla de la madurez, la amistad, la confianza y la familia, y de paso nos traslada durante 20 minutos a esa época en la que lo veíamos todo con el entusiasmo propio de un niño.
Gravity Falls es más interesante de lo que parece y, abandonando los prejuicios, uno acaba topándose con ficción arriesgada y sumamente entretenida. ¿Le habéis echado un ojo ya? ¿Tenéis pensado hacerlo?
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