La campaña promocional de la tercera temporada de The 100 nos avisaba de que se avecinaba una guerra. Pero, aunque es un eslogan con gancho, pierde un poco de fuerza cuando hablamos de la serie de The CW, donde la tierra es un campo de batalla desde casi el primer episodio.
Precisamente, la falta de novedades es quizá el gran problema del que se puede acusar a los primeros episodios de esta nueva entrega, que no obstante están dando mucho de qué hablar (y que Syfy está emitiendo en nuestro país los jueves). ¿El motivo? Un fandom que ha crecido de manera exponencial desde que acabó la segunda temporada, y que no para de hacer ruido en Twitter, Tumblr y demás rincones de internet.
The 100 se despidió el año pasado de la audiencia con el peso de un genocidio sobre los hombros de Clarke, que había decidido aislarse por la culpabilidad, y la llegada de Jaha y Murphy a la Ciudad de la Luz. Con cuatro episodios emitidos, poco sabemos de los dos últimos, que de momento se mantienen en un segundo plano, pero las cosas han cambiado mucho para la gente del arca.
Clarke, que si algo sabe hacer es anteponer el bien común a sus propios sentimientos, ha perdonado sin demasiado esfuerzo a Lexa por su traición al final de la segunda entrega, y su pueblo se ha convertido en la 13ª colonia grounder como medida desesperada de supervivencia. Por desgracia, las interacciones entre ambas, que tienen locos a los shippers de la pareja, están siendo lo más reseñable de los nuevos episodios. Y no es de extrañar: la química entre las líderes de ambas tribus hace que cada alianza y desencuentro entre los terrícolas y los skaikru tenga más interés del que a priori debería a estas alturas.
El último armisticio está condenado al fracaso por culpa de un recién elegido nuevo canciller que no está dispuesto a dejar el futuro de los del arca (de nuevo diezmados por un ataque sorpresa de la gente del hielo, una colonia grounder “descarriada” con Brenda Strong a la cabeza) en manos de Lexa y los suyos. Aunque el recelo por parte de la sky people es comprensible, es muy frustrante para los espectadores verlos correr hacia otro enfrentamiento inútil (con nada menos que Bellamy, uno de los personajes más interesantes de la serie, a la cabeza) sin poder hacer nada para evitarlo.
The 100 se despidió el año pasado de la audiencia con el peso de un genocidio sobre los hombros de Clarke, que había decidido aislarse por la culpabilidad, y la llegada de Jaha y Murphy a la Ciudad de la Luz. Con cuatro episodios emitidos, poco sabemos de los dos últimos, que de momento se mantienen en un segundo plano, pero las cosas han cambiado mucho para la gente del arca.
Clarke, que si algo sabe hacer es anteponer el bien común a sus propios sentimientos, ha perdonado sin demasiado esfuerzo a Lexa por su traición al final de la segunda entrega, y su pueblo se ha convertido en la 13ª colonia grounder como medida desesperada de supervivencia. Por desgracia, las interacciones entre ambas, que tienen locos a los shippers de la pareja, están siendo lo más reseñable de los nuevos episodios. Y no es de extrañar: la química entre las líderes de ambas tribus hace que cada alianza y desencuentro entre los terrícolas y los skaikru tenga más interés del que a priori debería a estas alturas.
El último armisticio está condenado al fracaso por culpa de un recién elegido nuevo canciller que no está dispuesto a dejar el futuro de los del arca (de nuevo diezmados por un ataque sorpresa de la gente del hielo, una colonia grounder “descarriada” con Brenda Strong a la cabeza) en manos de Lexa y los suyos. Aunque el recelo por parte de la sky people es comprensible, es muy frustrante para los espectadores verlos correr hacia otro enfrentamiento inútil (con nada menos que Bellamy, uno de los personajes más interesantes de la serie, a la cabeza) sin poder hacer nada para evitarlo.
La guerra puede ser muy estimulante pero, francamente, a Clarke le quedan ya pocas líneas que cruzar. The 100 siempre ha sido una serie sin miedo a quemar trama, por eso sorprende que las rencillas entre grounders y skaikrus parezcan una mera distracción con la que tener entretenidos a los espectadores en lo que terminan de presentar la Ciudad de la Luz. Es este nuevo frente el que verdaderamente tiene posibilidades de ofrecernos algo nuevo, pero que tengamos que explorarlo a través de un personaje tan odioso como Jaha no ayuda demasiado.
Probablemente, que esta temporada de The 100 se mantenga al mismo nivel que la anterior dependerá mucho de lo que nos quieran contar con esta nueva trama. Pero además, Jason Rothemberg y su equipo deben demostrar que saben explotar la relación entre Clarke y Lexa sin que éstas fagociten la serie, que destaca por encima de otras de la cadena justamente por dejar los triángulos amorosos en un segundo plano.
Los primeros episodios han sido, tal vez, algo torpes en ambos sentidos, pero los guionistas de esta serie nos han demostrado que podemos confiar en ellos. Y tenemos doce episodios por delante. ¿Qué os está pareciendo la temporada a vosotros?
Los primeros episodios han sido, tal vez, algo torpes en ambos sentidos, pero los guionistas de esta serie nos han demostrado que podemos confiar en ellos. Y tenemos doce episodios por delante. ¿Qué os está pareciendo la temporada a vosotros?
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