Comenzado con Netflix, sin
duda una de las líderes en el campo de creación de teleseries, cuenta con
productos de una calidad destacable y con valores que destacan por el
camino que emprenden, diferente al de otras series. Orange is the New Black
es el ejemplo por antonomasia. Una serie que, a pesar de ser criticada a veces
como una obra sobre lesbianas escrito por y para heteros, reivindica ciertos
valores feministas dentro de cada capítulo como la mera supervivencia entre un
ambiente hostil y las injusticias sociales y judiciales a las que se ven
sometidas las mujeres por el mero hecho de nacer mujeres. Siguiendo dentro
del terreno online, Grace and Frankie o Jessica Jones son productos del año
pasado protagonizados también únicamente por mujeres, lo cual permite
realizar un análisis profundo e cada conflicto interno o externo que el
personaje se vaya encontrando a lo largo de los episodios, una evolución que
anteriormente se apreciaba solo en aquellos personajes femeninos secundarios
que servían de apoyo al conflicto/causa del protagonista, como no, masculino.
En un terreno más que conocido
por cualquier seriéfilo, llega ABC y Shondaland. La factoría de una de las
mujeres más influyentes, tanto en la sociedad como en la industria televisiva, reivindica
la calidad del material que se puede producir con una mujer a cargo. Scandal,
Grey’s Anatomy, Private Practice o How to Get Away with Murder destacan
por el predominio de la diversidad en sus personajes y por el hecho de que,
al presentar personajes de diversidad de diversas formas, no siguen los
prototipos establecidos por industrias que relacionan la orientación
sexual, nacionalidad o color de piel a problemas específicos.
Orphan Black es el material
feminista televisivo por excelencia. Protagonizada por la sensacional Tatiana
Maslany, tiene como únicas protagonistas a las clones más queridas de la
ficción americana a la vez que las presenta como mujeres luchadoras y libres de
cualquier canon o tapujo social. Cada una hace lo que crea necesario para
llegar con vida al final de cada temporada, y así lo vemos con Sarah, Allison,
Helena, Cosima, Rachel, Mrs. S, Delphine y compañía. Grandes mujeres, en
grandes aventuras dignas de un arco evolutivo completo y fenomenal. Un
detalle, Maslany es también productora de la serie a partir de la tercera
temporada, aparte de darle vida a la mayor cantidad de personajes posible.
Acabando el artículo, no se puede no
mencionar a grandes series como Game of Thrones, Mad Men, The
Walking Dead, Supergirl, Agent Carter, The Fall,
The Good Wife, Veep, Parks and Recreations o Homeland.
Series en las que las mujeres no solo se dedican a respirar el mismo
aire que los personajes masculinos, sino que demuestran ser de lo mejor de
la parrilla internacional y reivindican la necesidad de implantar un sistema
igualitario dentro de la industria televisiva, y la sociedad actual. La
sociedad actual está avanzando en cuanto al tema feminista, la igualdad está en
boca de todos y cada uno de nosotros lucha por acabar con el prejuicio social a
cualquier género, orientación sexual, color de piel, ideología o nacionalidad. Vamos
a fijarnos en cómo los genios detrás de la televisión están intentando acabar
con aquellos que tienen miedo de innovar, de juntar sus ideales con algunos de carácter
liberal, pongamos nuestro grano de arena para hacer de nuestra sociedad el
lugar donde queramos y nos merezcamos vivir.
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