Voy a ser breve.
En la era del clickbaiting, de los 140 caracteres, y de la lectura vertical —o la no lectura, si me apuras—, cosas como lo de Lena Dunham ya no me sorprenden.
Pero pongámonos en situación: hace unas horas, Lena Dunham denunciaba en Instagram que la revista española Tentaciones, perteneciente a El País, había utilizado una fotografía suya para ilustrar la portada de su último número, y que había recurrido al retoque fotográfico para modificar su imagen de modo que fuera más —supongo— agradable a la vista. Más comercial.
Numerosos medios, y me refiero a los españoles —a los que lo único que les importa es la polémica, ya que a la Dunham no la conoce tanta gente como pensamos— se han hecho eco de la noticia, tratando de reflejar la falta de profesionalidad y de ética de un medio rival, aprovechándose de un tipo de contenido —estrella que denuncia el uso de Photoshop en una imagen suya—que tristemente sigue repitiéndose en 2016 y, más todavía, es viral en redes sociales más por el morbo de la situación que por la denuncia social y personal que supone.
En defensa de @tentaciones, creo que la foto venía ya así "de fábrica". Pero sigue una elección contradictoria. pic.twitter.com/PlxYKqJI3y— Pedro J. García (@fuertecito) 1 de marzo de 2016
Lo bochornoso es que han sido pocos los medios que realmente han hecho el esfuerzo de buscar la imagen original de Ruven Afanador, fotógrafo especializado en editoriales de moda y que, para qué negarlo, abusa del Photoshop como cualquier otro. Lena Dunham alaba el trabajo del mismo, pero la triste realidad es que la fotografía de Tentaciones NO TIENE PHOTOSHOP EXTRA. El retoque venía de casa.
No voy a meterme en la otra controversia, que sí señala @fuertecito: la de una revista que para hablar de feminismo recurre a una fotografía visiblemente photoshopeada. Eso da para otro tema, y no me considero con tablas para discutirlo. Bastante tenemos con una actriz que ha metido la pata hasta el fondo, quién sabe por qué razón. Tal vez creía que estaba haciendo lo correcto, por pura ignorancia o falta de memoria. O, peor, se ha aprovechado de que España le pilla muy lejos para ganar puntos con una polémica inexistente.
No obstante, en un ejercicio de introspección, me preocupa más la falta de contratación de fuentes, la suposición de que ha sido la revista y no la actriz la que ha metido la pata, y el lanzar contenidos a troche y moche para conseguir clics como sea. Aquí todos somos culpables. Pero luego que por qué las cosas funcionan como lo hacen.
Actualización 17:08: añadido "extra" en el primer párrafo después del tuit..
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