El éxito de las series carcelarias de mujeres es más que evidente y, cuando hablo de esto, todo el mundo piensa en Orange is the New Black, pero lo cierto es que esta no es la única en su género, ni tampoco es la pionera. Ya en mayo de 2013 se estrenaba en Australia Wentworth, casi dos meses antes que la preciada serie de Netflix. Aunque tampoco fue la primera, ya que la serie australiana se basa en Prisioner, serie también australiana que estuvo en antena durante 7 años desde 1979.
Hoy queremos daros 5 razones para que os enganchéis a ella:
Hoy queremos daros 5 razones para que os enganchéis a ella:
1. No es Orange is the New Black
Aunque es inevitable hacer comparaciones con la tan conocida serie de Netflix —ya que ambas parten de la misma base, el mundo carcelario femenino—, Wentworth no tiene nada que ver con la misma. Mientras que en Orange is the New Black podemos ver ese punto cómico que hace mucho más amena la serie, en Wentworth no solo no los hay, sino todo lo contrario: vemos en ella la realidad pura y dura que viven las convictas.
Otra diferencia clara entre ellas es las agrupaciones de las presas, en Orange is the New Black vemos que prima especialmente las etnias para establecerse en grupos; pero en Wentworth todo se basa en la ley del más fuerte: todas las presas obedecen a una jefa. Todo esto desencadena numerosas luchas por el poder. En la primera temporada, por ejemplo, todo se centra en esto: por un lado, tenemos a Jacs Holt (Kris McQuade), una mafiosa con la sangre fría suficiente para liderar una cárcel; y, por otro, a Franky Doyle (Nicole da Silva), una mujer temperamental e inteligente que lucha por arrebatarle el poder a la anterior.
Las luchas por el poder no es lo único que podemos encontrar en esta serie, la crudeza de la misma nos lleva a ver mucha sangre y violencia, especialmente a manos de su personaje principal, Bea Smith (Danielle Cormack), quien se nos presenta como una mujer maltratada que casi asesina a marido —y esto es lo más leve que le pasa—.
Otros temas típicos de la cárcel que también están presentes son: los trapicheos con las drogas, las sobredosis, el sufrimiento por los hijos tanto dentro como fuera de la cárcel, la homosexualidad, y la manipulación de las presas para conseguir todo lo que se proponen.
Además de todo esto, la serie cuenta —al igual que Orange is the new Black— con flashbacks para contarnos el pasado de las presas y, también de los funcionarios de la prisión.
Esto no se conseguiría sin unos personajes bien elaborados y sin unas actuaciones impecables. Especialmente destacable es la evolución que sufre su protagonista, pues entró en la cárcel con la idea de mantener sus ideales morales, pero vemos que no consigue mantenerlos, principalmente por los sucesivos golpes que lleva. De modo que Bea Smith es el plato fuerte de la serie, pero tampoco hay que olvidar a sus secuaces, como la ya mencionada Franky Doyle, o Maxine Conway (Socratis Otto), un personaje transexual que aparece en la segunda temporada, y que supondrá una gran ayuda para la protagonista.
Es inevitable no hablar de uno de los villanos mejor creados de la televisión, la alcaide Ferguson, quien se incorpora en la segunda temporada, suponiendo una de las incorporaciones más fuertes e importantes de la serie. Un personaje aún más cruel que las mismas presas que dirige y que genera situaciones macabras adrede con tal de lograr sus objetivos. La frialdad del personaje se ve capítulo tras capítulo; e incluso afectará a la evolución de Vera, una de las funcionarias de la prisión.
Todo sucede en un ambiente sombrío y gris, acorde con los personajes y la temática. Un entorno, en ocasiones, claustrofóbico; o así nos hacen sentir, por ejemplo, cuando las reclusas están en aislamiento. La abundancia de colores grises y negros nos sumerge en la monotonía carcelaria, que, a su vez, se ve eclipsada por el tono azul de los uniformes de las presas. En general, una atmósfera que nos sumerge en la vida diaria de la prisión y que acompaña perfectamente con los temas tan crudos que se tratan.
Con tal reparto y temática es lógico pensar que conforme van avanzando las temporadas la tensión va en aumento, sobre todo si tenemos en cuenta la incorporación de la ya mencionada alcaide Ferguson. Aunque cuando veas la primera temporada te parecerá imposible que todo vaya a ir peor.
En definitiva, si te gusta tener el corazón en un puño, las emociones fuertes y lidiar con una tensión constante, sin duda, esta es tu serie. Aquí os dejamos el trailer de su primera temporada para que os vayáis animando:
En definitiva, si te gusta tener el corazón en un puño, las emociones fuertes y lidiar con una tensión constante, sin duda, esta es tu serie. Aquí os dejamos el trailer de su primera temporada para que os vayáis animando:
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