Cada año es más difícil confeccionar esta lista de diez mejores series dramáticas. Al menos este blog nos facilita enormemente la labor al separar los géneros, lo cuál me quita muchos quebraderos de cabeza. En este 2016 hemos asistido a un nuevo récord de estrenos de ficción, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo, como si no tuviéramos bastante con lo que llega del otro lado del Atlántico, ahora hay que prestar una atención (totalmente justificada) a lo que se hace en Europa. Ha habido grandes temporadas de alguna de las grandes, pero sobre todo muchos estrenos que se han llevado la mayoría de la atención, algunas de ellas de forma excesiva para mi entender. Como verlo todo es imposible, es probable que muchos no encuentren su serie favorita en la lista. Sinceramente, creo que estos han sido los diez mejores dramas de 2016:
10. This Is Us
Ha sido la gran sorpresa de la temporada de otoño y se ha visto refrendada con nominaciones a los Critics Choice Awards y a los Globos de Oro como mejor serie dramática. Para algunos quizás pueda ser excesivo, y tendrán razón pero hay que reconocer que This Is Us tiene una capacidad tremenda para emocionarnos, a pesar de que las historias de sus personajes sean más superficiales de lo que aparentan. En los días que corren, no es fácil que una serie de network se cuele en una lista de este tipo pero veremos que no ha sido la única.
9. The Crown
Para muchos espectadores The Crown ha sido otra de las grandes sorpresas del año. No es habitual ver un biopic en televisión, y mucho menos de esta magnitud. La serie de Netflix es muy cara pero se ve que el dinero ha sido gastado con mucho sentido común. Como toda serie británica, la recreación histórica es impecable, las actuaciones prodigiosas (véase el Churchill de John Lithgow, sublime) y los acentos exquisitos, ¡ay qué acentos! Eso sí, no esperemos sorpresas que no deja de ser el biopic de la Reina Isabel II de Inglaterra.
8. The Girlfriend Experience
La serie de Starz se ha ganado el derecho a estar aquí a pesar de ser todo lo contrario que su antecesora. The Girlfriend Experience es el mejor ejemplo de serie de autor. En este caso Steven Soderberg adapta a la televisión su propia película de 2009 protagonizada por Sasha Grey y que no llega a ser ni la mitad de relevante. Hay que destacar que sus episodios duran media hora, algo muy novedoso para un drama pero que le sienta realmente bien a la serie y también al espectador, que acaba con la sensación de no haber perdido media vida viendo un buen drama. Por último, es justo mencionar el enorme trabajo de Riley Keough.
7. Stranger Things
La sensación del verano, y podríamos decir que de 2016 ha sido la Stranger Things, la serie de Netflix que apeló directamente a nuestra nostalgia para presentarnos un producto muy interesante pero que cuando le quitas las capas de referencias, se queda en un drama muy entretenido pero no demasiado trascendente. Particularmente no me dice gran cosa pero hay que reconocer que todo en esta serie está bien hecho. Aprovecho estas líneas para denunciar la sobrevaloración sistemática que sufren las series de Netflix por ser precisamente de Netflix. A muchas de ellas esto no les hace ningún favor.
6. Halt and Catch Fire
Este drama de AMC quería hacernos creer que iba a ser simplemente la historia de dos visionarios que cambiaron el negocio de la informática, hasta que las mujeres que tenían detrás se hicieron con el control de la narración y convirtieron a Halt and Catch Fire en algo mucho más relevante. La tercera temporada ha sido la de la confirmación de que lo que vimos en la segunda iba en serio, No podemos esperar para ver qué nos espera en la cuarta y última entrega.
5. American Crime
La cadena ABC eligió prestigio frente a todo lo demás y lo consiguió. American Crime es el ejemplo de que las networks pueden hacer series igual de minoritarias que las plataformas o cadenas de cable. Su segunda temporada ha cambiado de temática, centrándose en el acoso escolar, pero no por ello ha sido menos desgarradora y cruda. Una de sus grandes habilidades es la capacidad para crear dilemas morales en el espectador, que no es capaz de posicionarse de ninguna de las partes implicadas. La serie de John Ridley también tiene uno de los mejores elencos de la televisión americana, no sólo por nombres sino porque demuestran en todo momento por qué son tan buenos.
4. Westworld
HBO ha puesto todas sus esperanzas en la serie de Jonathan Nolan y Lisa Joy, basada en la película de Michael Crichton sobre un parque de atracciones western lleno de robots. La premisa es interesante pero poco novedosa: humanos contra robots. La primera temporada ha servido como introducción a una historia que tiene pinta de ir mejorando con el paso de las temporadas. Producción fastuosa, un elenco de actores impresionante donde destacan dos mujeres, Evan Rachel Wood y Thandie Newton, los mejores personajes hasta el momento. Su narrativa es cuanto menor controvertida y engañosa pero el potencial para suceder a Juego de Tronos está ahí.
3. The Americans
La serie de FX ambientada en la Guerra Fría mejora cada temporada para ofrecernos drama familiar del bueno. Su violencia implícita causa un impacto más devastador en el espectador que la explícita, que también está muy presente. También año tras año, Keri Russell y Matthew Rhys nos dan tales lecciones de interpretación contenida que llega a sobrecogernos. Ahora la serie ha entrado en su tercer acto y promete seguir contándonos una historia cocinada a fuego lento y con unos guiones tan consistentes como hasta ahora. Sí, The Americans es un lujo.
2. The People vs. O.J. Simpson: American Crime Story
Después de la exagerada Scream Queens y de las últimas temporadas de American Horror Story, nada que llevara el nombre de Ryan Murphy podía sonar apetecible. Por suerte, esta vez no ejerce de showrunner aunque su sello está siempre presente, el bueno se entiende. El repaso a los crímenes más conocidos de la Historia de Estados Unidos no podía empezar con otro caso que no fuera el de O.J. Simpson y su posterior juicio, televisado en todo el país. La dramatización es exquisita, realista y crítica con todo lo que rodeó al proceso y sus consecuencias posteriores. Su reparto es espectacular y Sarah Paulson vuelve a ser lo mejor de lo mejor, esta vez como la odiada fiscal Marcia Clark.
1. Juego de Tronos
Dejémonos de locuras y excenticidades. Todo el mundo sabe que Juego de Tronos es la serie y por eso vuelve a la primera posición después de una sexta temporada realmente brillante. Algunos pueden achacar falta de acción en los primeros episodios pero de esta forma se construyen historias y personajes sólidos que acaban derivando en los momentos más brillantes de la televisión. Sin tanto desarrollo, la batalla de los bastardos no habría sido el capítulo más espectacular de Historia de la televisión, o la venganza de Cersei jamás podría tener el efecto que tiene. El inicio de Winds of Winter es el más brillante que he visto este año a nivel dramático y a nivel de lenguaje audiovisual, veinte minutos de gozo total. A partir de ahora esperamos la parte más épica y de acción de la serie, y probablemente esto le reste en dramatismo, pero que nos quiten lo bailao.
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