Las audiencias de The Walking Dead han caído en picado desde que la premiere de la séptima temporada arrasara gracias al misterio de las famosas víctimas de Negan y Lucille. Aunque todos los capítulos siguen superando los 10 millones de espectadores cada semana, han entrado en un terreno peligroso al pisar datos que cosechaban en la tercera entrega de la serie. No obstante, mientras que en la entrega del Gobernador y la prisión las audiencias eran éxitos, ahora son fracasos.
Mucha gente se ha quejado de la crudeza y la brutalidad con la que despacharon a Glenn y a Abraham. De hecho, por primera vez en siete temporadas de una serie de zombies se avisaba de que el contenido podría herir la sensibilidad de los espectadores. Otros muchos critican los episodios centrados en un sólo par de personajes, que llevan siendo una constante desde la cuarta temporada. Esta dinámica fomenta el desarrollo de personajes en detrimento de la trama. ¿Qué preferimos? ¿Episodios que avancen sin parar o personajes a los que podamos llegar a querer?
Este es el verdadero problema que tiene la serie. Esta séptima temporada no es peor que las anteriores. Es igual. Al menos, es igual que las últimas tres. Simplemente comete una retahíla de errores que llevan arrastrando desde que se vieron separados al huir de la cárcel y parece que ahora han terminado por causar una explosión que se ha llevado a gran parte de los fieles seguidores de la serie.
¿Es la temporada 7 tan mala? ¿Qué es lo que falla con The Walking Dead? ¿Podrán encontrarle solución a la brecha generada con la audiencia? Nosotros os intentamos ofrecer algunos de los que consideramos son los posibles motivos de las quejas de los fans y de la propia crítica.
Falta de equilibrio entre tramas
The Walking Dead ha estado siguiendo, desde la segunda mitad de la cuarta temporada, una estructura que le permite hacer dos cosas: por un lado, profundizar en los personajes; y por otro, estirar la historia y cubrir el número de episodios de cada temporada. Aunque personajes como Beth o Tyresse salieron beneficiados de la separación y sus posteriores muertes causaron un impacto, el provocar que durante media temporada solo avancen un par de semanas ayuda a la falsa sensación de que los personajes no evolucionan. Lo que para nosotros es un año entero, por ejemplo el tiempo que transcurrió entre la muerte de Hershel y la de su hija Beth, se traduce en cinco días en la línea de tiempo de la historia. ¿Cuánto puede evolucionar una persona en menos de una semana?
En esta séptima temporada ha ocurrido lo mismo. Desde las muertes de Glenn y Abraham no solo han pasado un par de semanas, sino que incluso nos han preparado un flashback para que Tara pudiese recuperar el terreno que el embarazo de la actriz le había robado. Si The Walking Dead tiene que ir del punto A (las muertes de dos miembros del grupo) al punto B (Alexandria quiere luchar) y para ello, primero se pasan por el punto C (The Kingdom), por el punto D (La guarida de Negan), el punto E (las expediciones de Rick y Rosita) y el punto F (el spin-off de Tara) la gente pierde el sentido de muchas de las tramas. Por eso tienden a desconectar de los episodios que no van a tratar de la trama principal. Y por eso la serie pierde audiencia.
Esta primera parte de la temporada ha mostrado carencias a la hora de narrar las historias. Han intercalado episodios centrados en una sola historia (The Well, The Cell, Go Getters, Swear) con otros en los que las tramas eran demasiadas como para otorgarles el tiempo suficiente para desarrollar los diferentes storylines que en ellos se trataban (Service o Sing Me a Song). Por culpa de esta situación, personajes como Michonne, Maggie, Sasha o Carol se han visto relegadas a un plano secundario que ha pesado en todas ellas (con excepción de la futura líder de Hilltop y presidenta del mundo). Curiosa la situación de las viudas que podrían haberse adjudicado el tiempo en pantalla con el que contaban sus parejas. No olvidemos que Maggie es casi una original y que Sasha se unió al grupo en la temporada 3.
La solución podría pasar por aumentar el tiempo por episodio. Ya han probado que un episodio de 43 minutos es excesivo para una sola trama, y cuando deciden que todos los puntos de vista converjan en un mismo capítulo deben hacer episodios especiales de 60 minutos de duración o incluso más (mención aparte para el episodio de Tara, que era más largo y estaba centrado íntegramente en su persona). Si no son capaces de encajar en un episodio de 40 minutos todo lo necesario y no pueden hacer episodios más largos (salvo los especiales) por las limitaciones de la cadena (incluye publicidad), ¿qué solución se les ocurre?
La mayoría del reparto se pasa de random
The Walking Dead ha sufrido muchas pérdidas desde su primera temporada. A las necesarias muertes de Lori o Shane, se les unió la inesperada muerte de Andrea (llamada a ser la líder femenina), después perdimos a Hershel, a Beth y a Tyresse. Y más recientemente a Glenn y Abraham. Demasiadas pérdidas importantes a las que no se les ha encontrado un sustituto en escena que estuviese a la altura.
Las bajas no son bien suplidas por la falta de profundidad del resto del reparto. Demasiados personajes han estado relegados a roles de extra durante mucho tiempo: Rosita, Eugene y Tara son los personajes llamados a recuperar y hacerse con el peso argumental que han dejado algunos de ellos. Tienen que ser ellos, porque estos miembros del supporting cast (entre los que podríamos incluir a Sasha) llevan demasiado tiempo entre nosotros como para no despertarnos el mínimo de ternurilla. Han sido descuidados en exceso por los guionistas y showrunners de la serie, y por eso no podemos sorprendernos si la audiencia desciende cuando alguno de ellos protagoniza un episodio al completo.
Eugene no ha aportado nada interesante desde que engañó a todo el mundo fingiendo conocer la cura del virus walker, Rosita siempre ha sido la tercera en discordia del trío de héroes que querían ir a Washington y Tara siguen siendo la chica graciosa y maja a la que no parece afectarle mucho las cosas que ocurren a su alrededor (ha perdido a su padre, hermana, sobrina y novia) y seguimos sin ver esa rabia y esa furia que la invitaría a buscar cualquier tipo de venganza. Son mucho más lógicos los arrebatos de Rosita y de Carl que las caras de circunstancia de Tara.
Un villano light debido a la predecible estructura narrativa
Lo mejor que ha tenido Negan desde su primer acto de presencia fueron precisamente esos 10 minutos que pusieron punto final a la sexta temporada. En los inicios de esta temporada se han centrado en exceso en mostrarnos lo diabólico que puede llegar a ser. El primer episodio fue el más desagradable hasta la fecha, motivo por el que muchos seguidores aseguraron (por las redes sociales) que dejarían de ver la serie. Cada pequeña píldora que nos ofrecen de Negan para tratar de maquillarlo como el gran lobo feroz de esta historia no termina de cuajar porque no entendemos sus motivaciones. Es imposible que siendo tan tirano como es los numerosos miembros de su grupo no se hayan amotinado. ¿Qué le hace tan temible que ni teniendo los números se atreven a hacerle frente? Quizás necesitemos echar un vistazo al pasado de Negan como hicimos con Michonne y Abraham en su momento.
Además, Negan tiene un código moral que roza lo absurdo. Que Daryl me pega un puñetazo: mato a Glenn. Que Spencer trata de convertirse en líder para que nadie se oponga a mis deseos: mato a Spencer. Que Rosita dispara a Lucille, mato a Olivia. ¿Esta necesidad de Negan de deshacerse de los débiles para crear un conflicto interno en los fuertes tiene realmente un sentido o simplemente sirve para acentuar la existencia de actores intocables?
Negan es un villano brutal, pero no tanto. Y la culpa la tiene esa necesidad que se ha auto impuesto la serie para sólo matar personajes principales durante las Season Premiere, Midseason Finale, Midseason Premiere y Season Finale. El esquema que siguen desde la muerte de Andrea en el 3x22, que continúo con la de Hershel en el 4x08, luego con Beth en 5x08, Tyresse en el 5x09, Deanne 6x08, la familia Anderson 6x09, Glenn y Abraham 7x01 y ahora Spencer en el 7x08 no hace más que acentuar lo previsible que se ha vuelto la serie. La gente se puede permitir el bajarse de los episodios que consideran vacíos de contenido y esperar a que lleguen los episodios que realmente avanzan en la trama con sus desesperantes cliffhangers.
Hace mucho que no nos roban a un personaje en cualquier momento. La soporífera segunda temporada, bautizada en las redes como “The Talking Farm”, nos dejó sin Dale tres episodios después de mostrarnos a Sofía convertida en walker, luego, nos dejaron sin Shane en el penúltimo episodio de esa tanda; y como olvidar el cuarto episodio de la tercera temporada cuando se cargaron a Lori (que regresó como fantasma) y a T-Dog. Esas eran las cosas que nos sorprendían. Todo el mundo parecía prescindible y cualquier momento era bueno para dar el hachazo a la aventura apocalíptica de cualquier miembro del reparto.
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