The Walking Dead pone el broche final a una de sus temporadas más polémicas de su historia. La extremada violencia, los episodios centrados en una sola trama y la previsibilidad de muchos de sus storylines han hecho que los fans se cabreen en mayor o menos medida. El episodio de esta semana no termina en un drástico cliffhanger como la sexta temporada, hay acción y esperanza. Ingredientes suficientes para contentar a los seguidores.
Podemos decir finalmente que Sasha ha muerto. Ya hemos hecho varias odas a la última superviviente de los personajes de la tercera temporada tres y ahora toda palabra que digamos sería redundante. El trabajo que ha realizado Sonequa Martin-Green en la serie ha sido impecable. Sasha ha sido uno de los personajes que más golpes ha recibido junto con Maggie, quizá razón tras la cual esté su estrecha amistad. Ningún personaje a lo largo de la serie había tenido una despedida como esta. Tres episodios diciendo adiós de los seguidores de la serie. Y lo hacen con dos grandes acontecimientos: un flashback con Abraham y su trampa final.
Ha sido emotivo el volver a ver a Abraham en los flashbacks con los que Sasha recordaba la última conversación con su novio. Justo antes de emprender el viaje que terminó con el pelirrojo muerto, Sasha tenía sus dudas. Mientras ella prefería saltarse la misión de llevar a Maggie hasta Hilltop, Abraham creía necesario sacrificarse por aquellos a los que queremos. En un mundo como en el que viven, dónde la muerte es inminente más vale tener algo por lo que merezca la pena jugársela. Las palabras de Abraham han acompañado a Sasha durante toda la temporada. Probablemente sean el motivo de su alianza con Maggie y de su decisión de salvar la vida a Rosita. Alfa y Omega. El 7x01 y el 7x16 terminaron con las vidas de Sasha y Abraham. Bonita forma de cerrar el ciclo.
El episodio ha venido a darnos la ración de acción que nos han faltado toda la temporada. La primera batalla entre la Triple Entente Apocalíptica y los Salvadores ha tenido lugar y gracias a la inteligencia de Sasha y las pastillas de Eugene solo hemos tenido que sufrir una pérdida. Solo tenía que morir una persona y la hermana de Tyresse tomó la decisión por todos los demás. Y menos mal. La distracción de la zombificada Sasha ha dado la ventaja suficiente a la gente de Alexandría para deshacerse de gran parte de los carroñeros de Jadis que habían cambiado de bando al hacer un nuevo trato con Negan. Esta traición se lleva barajando semanas y parte de las promos hacían referencia a ella. No creo que tome a nadie por sorpresa. La forma en la que se había llevado a cabo esta alianza difiere mucho de la creada por Alexandria, Hilltop y The Kingdom. No existía ni respeto ni una visión común de lo que debería ser el mundo.
La primera batalla de la guerra contra los Saviors me ha recordado a la llevada a cabo en su momento por el Gobernador en la tercera temporada. Mucho ruido y pocas muertes. No entiendo muy bien por qué les ha temblado la mano de tal forma cuando podrían haber aprovechado el caos para no sólo matar a figurantes sino a esos pseudopersonajes que han vivido demasiado (Eric, Tobin o Daniel). Podemos intuir que la falta de sangre se debe a que la función de esta lucha ha sido demostrar que juntos pueden vencer. La unión hace la fuerza y Negan y sus hombres son obligados a recular. Otros que reculan son los carroñeros de Jadis, y no creo que salgan mucho de su vertedero hasta que tengan asegurada cierta seguridad.
Alexandria, con Daryl a la cabeza de los interrogatorios, termina por confiar en Dwight y permitirle formar parte en la caída de Negan. Su única función en este episodio ha sido talar unos árboles por lo que esperemos que su relevancia en esta trama aumente de cara a la octava temporada. Además el breve cara a cara entre el grupo y Dwight nos ha dejado ver la confianza ciega de Rosita en Daryl y las ganas de venganza de Tara. Con personajes en plena evolución como estos hay que estar atento a cualquier detalle que nos ofrezcan.
Los hombres de Negan ha tenido el control de la situación en gran parte del enfrentamiento. Hasta tal punto que Carl ha estado a punto de recibir una de las caricias de Lucille. Y, en oposición a lo ocurrido en The Day Will Come When You Won't Be, esta vez Rick no se ha achicado. Suerte que Shiva y The Kingdom han hecho acto de presencia en ese momento. Del mismo modo que Maggie ha llegado como líder del batallón de Hilltop ante la sorpresa de Negan.
Michonne ha tenido una vez más la muerte cerca y ha recibido una buena paliza de una de las carroñeras. Esperemos, que la temporada ocho sea también un resurgir de un personaje venido a menos por culpa de su relación con el protagonista. Michonne es mucho más que “la novia de” y lo ha demostrado capítulo tras capítulo. Puestos a mirar hacia la próxima campaña, ya podemos intuir como disimularán el embarazo de Christian Serratos (Rosita) pues ha recibido un leve disparo que la lleva a la cama de la enfermería. Y además, al parecer Gregory ha abandonado la seguridad de la Colonia (intuimos que buscando a su Savior Simon) pero no sabemos cómo se las apañará lejos de los muros de Hilltop.
Una vez los grupos se han reagrupado con los discursos de sus líderes ya estamos listos para la temporada que viene. Ha sido muy emocionante ver a Rick, Ezekiel y Maggie hablando a su gente. Y el discurso de Maggie en el que una vez más recuerda a Glenn es perfecto para la situación. The Walking Dead nos deja hasta octubre cuando regresará con el episodio 100 de la serie. ¿Qué nos tendrán preparado?
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