Una clara preocupación política, social y feminista marca la tercera temporada de Unbreakable Kimmy Schmidt, la cual está plagada de diálogos críticos que nos presentan el punto de vista de sus creadores, Tina Fey y Robert Carlock, sobre la actual sociedad norteamericana. Las situaciones que nos muestran estos trece episodios no dejan de ser hilarantes por su agudeza y es posible reírse con cada una de ellas a través de sus personajes intencionalmente caricaturizados. Además, cada una de las ocurrencias graciosas de este producto televisivo estadounidense se pueden trasladar a cualquier sociedad, porque los problemas abordados son tan universales como comunes.
En esta temporada, hemos visto cómo los personajes de la serie inician nuevos viajes con el objetivo de crecer como personas. Un ejemplo de ello es la nueva trama de Kimmy (Ellie Kemper), quien desea ir a la Universidad para dejar muy atrás su pasado en el búnker. Ya poco queda de esa mujer que se preocupaba por el amor o por cosas banales. Hoy, ella nos habla de la lucha que supone cumplir los sueños bajo situaciones adversas.
Titus (Tituss Burgess), por su parte, no deja de ser el alma de las canciones jocosas, y esta entrega está plagada de “clips musicales”, recursos que han tenido tanto éxito en otras temporadas. En esta ocasión, Titus representa a las minorías y nos habla de la discriminación y marginalidad en la que ellas viven, generando una falta de oportunidades para salir adelante.
Jacqueline (Jane Krakowski) ha madurado increíblemente y ha aceptado sus raíces indias. Ella ha dejado de ser una “cazafortunas” para dedicarse a ser una persona independiente, que lucha contra el racismo, sin temor a enfrentarse a grandes empresas como la NFL, a la que considera anticuada y xenófoba.
A su vez, Lillian (Carol Kane) ha mostrado un rol muy marcado y mucho más presente que en entregas anteriores. En esta temporada, se convierte en concejal y se dedica a la política con una motivación muy clara: prohibir que las grandes empresas se instalen en su barrio y destruyan la esencia de este. Esta trama reclama el olvido en el que se encuentran ciertas poblaciones en una sociedad que se hace llamar progresista.
El feminismo se convierte en un mensaje central y muy importante. La serie nos muestra cómo Kimmy, Lillian y Jacqueline alzan una bandera de lucha para defender sus derechos como mujeres, cada una a su forma, como hemos mencionado. Unbreakable Kimmy Schmidt no tiene mordazas a la hora de opinar sobre ello y tiene las agallas para decir, por ejemplo, que el FBI es una institución que trata a las mujeres con menoscabo.
Unbreakable Kimmy Schmidt ha crecido como producto televisivo y, con esta temporada, demuestra que sus experiencias pasadas han servido para convertirla en una estupenda comedia, llena de referencias socialmente críticas y con bromas tan sutiles como inteligentes, que hacen que el espectador no sólo se ría con ellas, sino que también reflexione sobre la verdad que estas relatan.
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