El servicio de streaming Hulu se une a la moda de las series antológicas y lo hace llevándonos a una nueva dimensión, la Dimension 404 (que en España hemos visto a través de HBO). Una serie en la que se mezclan rostros conocidos de la pequeña pantalla salidos de proyectos como Glee, Modern Family o One Tree Hill con auténticos desconocidos que pretenden hacernos reflexionar sobre los problemillas que produce el mundo tecnológico en el que nos vemos sumergidos. Y que cuenta con el mismísimo Luke Skywalker como narrador.
La serie parte de la premisa de “destapar” los peligros de la vida tecnológica a partir de historias con cierto tono de humor y sátira. En principio, el argumento no es malo. Su problema radica en las comparaciones y las expectativas. A alguien se le ha ocurrido decir que este modesto producto era la nueva Black Mirror y claro, ni de broma (por no decir una palabra menos PG). La premisa de muchas de las historias ya se han visto antes, la resolución suele ser precipitada y no cuenta ni con el tono ni la profundidad de su supuesta “hermana”.
Para que os hagáis una idea de a qué os enfrentáis, vamos a diseccionar los seis capítulos con los que cuenta esta primera temporada. Creo que está de más el deciros que a partir de este momento el texto está cargadito de spoilers. Leed bajo vuestra responsabilidad.
Episodio 1: Matchmaker
La carta de presentación de la Dimension 404 es la recurrente trama de las aplicaciones para ligar. No hay serie medio moderna que no haya metido alguna gracieta sobre los sweep right y sweep left, y en esta ocasión han querido darle un pequeño giro de tuerca. El relato se presenta desde el punto de vista de Adam interpretado por Robert Buckley (iZombie, One Tree Hill) que se pone en la piel de una serie de clones que la empresa Make-A-Match de ligoteo online crea exclusivamente para satisfacer las necesidades de la usuaria Amanda, a la que da vida Lea Michelle (Scream Queens, Glee), que se mete en la piel de la soltera en busca de su hombre perfecto. Para cada fase que ha experimentado Amanda ha existido un Adam distinto.
Los rostros conocidos de los dos protagonistas juegan a favor de la historia aunque no deja de ser un vago intento de jugar con lo artificial de las citas por Internet, lo exigentes que nos volvemos o la desesperación del hombre por no acabar solo.
El episodio se plantea dos objetivos: intenta hacernos reflexionar y sacarnos alguna sonrisa. En el primero de ellos falla por culpa de que lo mires por donde lo mires parece una parodia de lo que pretende ser. Parece más una burla hacia este tipo de interacción que una auténtica crítica. Y la sonrisas solo asoman tímidamente en contadas ocasiones: algún gag de los clones o en los spots en los que no paran de cambiar al novio ideal.
Episodio 2: Cinethrax
La segunda entrega del proyecto de la dimensión perdida centra sus críticas en la generación millenial a través de la calidad y la forma del cine actual. Para ello utilizan burlas constantes hacia lo vacío de las historias, las sagas interminables cuyas partes finales se dividen en dos partes y por supuesto, el terrorífico 3D.
La dicotomía entre lo clásico y lo moderno se presenta mediante los ojos críticos de Uncle Dusty, al que interpreta Patton Oswalt (Veep, Agents of SHIELD), un amante del cine clásico y que considera que el séptimo arte está en decadencia. Su contraparte es su sobrina, Chloe, a la que pone cara Sarah Hyland (Modern Family), a la que a pesar de los intentos de su tío por atraparla en sus gustos cinéfilos ha terminado por dejarse querer por las películas más comerciales para encajar en un entorno más juvenil.
La trama se va por las ramas en el momento en el que los trabajadores del cine son controlados por una especia de calamar gigante que sale de la pantalla para lavar los cerebros de aquellos que llevan puestas las gafas 3D reglamentarias. Dusty tendrá que luchar contra la bestia, los acomodadores y la testaruda de su sobrina para intentar huir de los blockbusters. Pero nadie, ni siquiera él puede escapar a los tentáculos del cine más millenial....
Episodio 3: Chronos
Imaginaos que Dragon Ball, Pokemon, Sailor Moon o cualquiera de las series de animación que solíais ver cada tarde después del colegio con un bocadillo en la mano o mientras engullíais un tazón de cereales en el desayuno desapareciera de la noche a la mañana. Que nadie salvo tú (ni siquiera nuestro amigo Google) conozca su existencia. Que todos tus muñecos Funko, tazas, sudaderas, y demás merchandising desaparezca. ¿Qué haríais por conseguir que vuelva?
Eso es básicamente con lo que le toca jugar en este episodio a Sue Hirsch, interpretada por Ashley Rickards (Awkward), cuando el villano de su serie favorita de la infancia consigue borrar todo rastro de su existencia. Y, para solucionarlo, nos metemos en un bucle de viajes en el tiempo como ya lo hicieron en su momento Homer Simpson con la tostadora y Harry Potter y Hermione Granger con el giratiempo. Curioso que la parte menos original sea la parte más ágil del episodio, y la parte de la historia que consigue que quieras suceder como los miniviajes temporales casan con los acontecimientos.
Acompañada de su mejor amigo Alex Kapour, al que da vida Utkarsh Ambudkar (The Mindy Project, Pitch Perfect) y la de su héroe de la infancia Time Ryder, llegarán hasta 1996 y (cómo no), pronto correrán el peligro de quedarse atrapados en una línea temporal diferente a la suya cuando se vuelve más lenta. Una serie de intentos por volver al presente que incluyen fórmulas matemáticas súpercomplicadas y lanzar proyectos universitarios por el suelo, terminan por conseguir su cometido cuando el héroe de la serie decide marcarse un Bing Bong en Inside Out y sacrificar el recuerdo de su existencia por el éxito de Sue.
Episodio 4: Polybius
El cuarto episodio de esta dimensión cumple a la rajatabla con los estereotipos clásicos de las series adolescentes americanas, y la mayor parte de ellos se los empaquetan al mismo personaje, Andrew Myers, que está interpretado por Ryan Lee (Trophy Wife). El protagonista es un chico homosexual que sufre bullyng en el colegio, que odia que su pequeño pueblo ofrezca tan pocas posibilidades, que además es un adicto a los videojuegos, cuyos padres son extremadamente religiosos y le “obligan” a ir a misa y a rezar a diario, que está enamorado en secreto de su mejor amigo heterosexual Jess, interpretado por Sterling Beaumon (Red Widow, The Killing), y que tiene una única amiga de nombre Amy a la que da vida Gabrielle Elyse (The Thundermans, Snatchers) que le sabe leer mejor que él mismo. Va completito el chaval.
Una vez construyen a un personaje que lo tiene todo, le ponen a jugar en la sala de recreativos a un videojuego inspirado en un personaje de la Biblia que se cobra las almas de aquellos que han jugado alguna vez y que han parado de hacerlo. Una máquina hambrienta que acaba por provocar una serie de extrañas muertes de algunos chiquillos del pueblo. La solución: jugar tanto como sea posible para conseguir la máxima puntuación y así conseguir que la máquina colapse de lo buen gameplayer que eres.
La resolución es un tanto simplona, y que el monstruo devorador de almas absorba un alma y la persona siga viva (cuando todos los demás han muerto) no tiene mucho sentido.
Episodio 5: Bob
Bob es quizá la mejor de las historias que cuentan en la Dimension 404. una historia en la que una vez más las máquinas resultan haber desarrollado emociones más allá de las funciones para los que fueron programados. Una historia más humana, emotiva y llena de esperanza; a la que quizá frene un final muy edulcorado.
Bob es literalmente un cerebro-robot al que Estados Unidos utiliza para localizar a todas y cada una de las personas del país. Una herramienta útil para encontrar y conocer los movimientos de criminales y terroristas, pero cuya función termina por hacerle colapsar emocionalmente debido a la enorme cantidad de dolor que se ve obligado a observar sin posibilidad de acción.
Jane Lee, interpretada por Constance Wu (Fresh Off the Boat), es la que lleva el peso de la trama junto a Bob. Jane es una psicóloga militar que tiene que conseguir que Bob se abra emocionalmente y termine encontrando a un criminal que se le está resistiendo. Tras odiarse en un primer momento terminan desarrollando una amistad que lleva a Bob a encontrar al terrorista demasiado tarde y a ganarse la desconexión. Como última voluntad y con intención de salvar la Navidad, Bob consigue que el ejército entregue los regalos que realmente quieren y necesita la gente. Haciendo a Papá Noel “real”.
Como dato a mayores, la jefa estricta de Bob es Megan Mullally (Will & Grace, Parks and Recreation) y siempre es bueno verla.
Episodio 6: Impulse
La historia del último episodio de la serie cuenta con una de las premisas más floja de la temporada pero a la vez es la única que podría tener fácilmente unas cuatro temporadas en The CW.
La protagonista de la historia es una Gameplayer llamada Val 'SpeedRun', e interpretada por Lorenza Izzo (Feed the Beast), que está obsesionada con vencer a su némesis Roy. Su rival es invencible y pronto descubre que el motivo es una bebida energética (el dopping de los videojuegos) que le hace extremadamente eficaz y perder la noción del tiempo y del espacio durante un cierto periodo de tiempo. Ella que es más chula que las pesetas decide beberse un frasco entero y se alza con la victoria. Con la victoria y con un chute tan grande que se le pasa el efecto 12 años más tarde, después de tener tres hijos con su novio Evan, interpretado por Matt Luria (Friday Night Lights, Kingdom), y viviendo en un mundo apocalíptico en la que al parecer es la sheriff. ¿Cómo os quedáis?
Una vez tiene completo control de sus actos descubre que es mala en todo. En su trabajo, con los niños e incluso con su marido. En esencia es la misma chica de 19 años que jugaba a videojuegos y no tenía intención de encontrar trabajo, pero con las responsabilidades de una madre de 32 años con un trabajo de vital importancia para su grupo de supervivientes.
Tras beber una crisis de identidad e intentar huir de sus responsabilidades termina por meterse un nuevo chute de bebida energética para poder salvar a su pueblo de una banda de malhechores capitaneada por el mismísimo Roy. Solo su sacrifico hará a su familia libre.
COMENTARIOS