Vamos a ver, ¿qué está pasando con la temporada final de Pretty Little Liars? Vale que nos encontremos con una de las series más mamarrachas (por llamarla de alguna forma) de la televisión, y aunque la queremos y disfrutamos por ello, esta temporada está siendo más aburrida que Emily dando clases de natación. La serie emitida por Freeform nos ha dado siete años de intrigas, romances y tramas tan enrevesadas que se podrían situar al nivel de la mismísima Origen, pero lo de este año ya ha sido pasarse: personajes que aparecen y desaparecen sin sentido alguno, tramas innecesarias para una temporada que tendría que ir a toda mecha, aclaraciones incoherentes de algunos misterios… y todo esto a tres capítulos del final, cuya única explicación posible sería copiando a Los Serrano.
Tampoco podemos obviar que esta temporada nos está regalando buenos momentos, como a la mejor Spencer hasta la fecha, o el juego de mesa que nos recuerda a una mezcla de Saw y Jumanji. Pero ahora enserio, ¿era necesaria esta temporada? Costó mucho creernos ese atropellado final con un malvado primo/a, hermanastro/a sacado de la manga, y con pocas explicaciones racionales que ofrecer.
A pesar de esto, durante sus siete años de emisión Pretty Little Liars y sus cinco protagonistas han conseguido llegarnos al corazón y que sintamos algo de empatía y emoción por ellas, con intensos cliffhangers en cada capítulo y un guante negro como promesa de que un final sería revelado (aunque fuera siete años después). Y aunque esta temporada esté siendo más pesada que la lista de candidatos a ser A., lo cierto es que vamos a echar de menos Pretty Little Liars. Dicho esto, con solo tres capítulos que quedan por emitir, ¿qué podemos esperar del final de la serie?:
Que todas las dudas e incógnitas sean resueltas
¿Te imaginas? Si hacemos recopilación de todas las preguntas y los misterios que no han sido resueltos a lo largo de la serie, la lista sería tan larga que podría superar a Lost, Twin Peaks y The Leftovers juntas. Sabemos que es imposible que se resuelvan todas las dudas que tenemos, principalmente porque es complicado acordarse de todas. Pero lo que sí esperamos es que las cuestiones principales sean resueltas: la identidad de A.D., el nombre del padre de Emison o el grado de culpabilidad de Mary Drake. Eso sí, es preferible que se queden algunas dudas en el tintero, a que sean resueltas de una forma rápida e incoherente (el pastor Ted y su aparición episódica revelándose como padre de Charlotte). Deseamos una resolución de misterios correcta y razonable (en la medida que la serie lo permita).
Tres últimos capítulos llenos de adrenalina (y relevancia)
Marlene, bonita, nos prometiste que la recta final de esta temporada iba a estar llena de emoción, donde se resolverían todas las tramas poco a poco, y cada capítulo albergaría (como mínimo) una revelación de peso. ¿El resultado? Una racha de capítulos donde lo más impactante que ha pasado ha sido la transformación de la expresión facial de Emily a una ligera mueca (ligera, no nos pasemos) de felicidad después de su esperado desenlace con Alison.
¿El resto? Hannah en una queja constante por tener que jugar al juego, Spencer con sus dramas familiares y líos policiales, Aria a caballo entre la (cada vez más dudosa) boda con Ezra y su juego de agente doble, y por último Emily jugando a mamás con Alison. La única variante ha sido la lista de sospechosos que, al haber menos tiempo, ahora aparecen cada dos o tres capítulos por media. Por eso, querida Marlene King, al quedar solo tres míseros capítulos, te pedimos algo de rapidez, mucha emoción y, sobre todo, minutos verdaderamente relevantes y necesarios para el final.
¿El resto? Hannah en una queja constante por tener que jugar al juego, Spencer con sus dramas familiares y líos policiales, Aria a caballo entre la (cada vez más dudosa) boda con Ezra y su juego de agente doble, y por último Emily jugando a mamás con Alison. La única variante ha sido la lista de sospechosos que, al haber menos tiempo, ahora aparecen cada dos o tres capítulos por media. Por eso, querida Marlene King, al quedar solo tres míseros capítulos, te pedimos algo de rapidez, mucha emoción y, sobre todo, minutos verdaderamente relevantes y necesarios para el final.
Un desenlace feliz
Volviendo a su creadora, Marlene King ha dado pistas sobre lo que se nos avecina y parece que tendremos un final más o menos satisfactorio para todo el mundo. Aunque sabemos que es mucho pedir, un final con todas nuestras protagonistas felices y sentimentalmente asentadas sería lo ideal. Con la boda de Ezria a punto de producirse (seguramente en el episodio final) y Haleb ya felices y comprometidos (con escena a lo Brockeback Mountain incluída), solo nos falta desear una alegre maternidad para Emison, y un ansioso reencuentro de Spoby (aunque sea un poco metido con calzador). Y por pedir que no quede, la vuelta de Mike y que Mona por fin salga ganando en algo, claro que sí.
Un sacrificio final
Es complicado un final completamente satisfactorio para todos, y Pretty Little Liars no es de contentar plenamente a todos sus fans. Esto hace que la muerte final de uno de los protagonistas fuera el cierre perfecto para una temporada algo tediosa. Lo sentimos, pero Mona parece la candidata perfecta para ello. El cliffhanger del último capítulo nos dejó con la susodicha como principal candidata de haber traicionado a las liars y esconderse detrás de A.D. y ese filtro de Snapchat tan feo que parece imitar la cara de Aria.
Pero nosotros tenemos fe en la buena intención de la Lisbeth Salander de RoseWood y qué mejor que redimirse de sus pecados anteriores con un sacrificio final por las protagonistas. Esperemos que así consigan aceptarla en el grupo de una vez por todas. #EnMonaWeTrust.
Pero nosotros tenemos fe en la buena intención de la Lisbeth Salander de RoseWood y qué mejor que redimirse de sus pecados anteriores con un sacrificio final por las protagonistas. Esperemos que así consigan aceptarla en el grupo de una vez por todas. #EnMonaWeTrust.
Un villano a la altura
A.D. ha superado a su predecesor durante estas dos últimas temporadas con trampas mucho más ingeniosas, mortales, y un juego de mesa para el sprint final que no ha disgustado. Para acabar una serie que ha dado tantas vueltas desde el principio de una manera épica, gran parte de la solución reside en la identidad de A.D. Entre otras muchas cosas, la identidad del villano o villana va a ser una de las cosas más recordadas de la serie, por lo que su elección es muy importante para el desarrollo final.
Podemos tragarnos capítulos de 40 minutos donde no ha pasado nada importante, que Aria se haya convertido en agente doble y (todavía) no haya sido descubierta, e incluso que Emily haya superado su ruptura (tan dolorosa) con Paige en un solo capítulo, pero lo que no podemos consentir es otro villano sacado de la manga cual hermano gemelo. Y si, hablamos de esa teoría sobre una gemela malvada de Spencer como segundo hijo de Mary Drake. Juan, chapuzas aquí no ¿eh?, chapuzas aquí no. Y esto incluye al padre de Spencer como el donante de Alison, aunque eso sería mucho más creíble, visto lo visto.
Podemos tragarnos capítulos de 40 minutos donde no ha pasado nada importante, que Aria se haya convertido en agente doble y (todavía) no haya sido descubierta, e incluso que Emily haya superado su ruptura (tan dolorosa) con Paige en un solo capítulo, pero lo que no podemos consentir es otro villano sacado de la manga cual hermano gemelo. Y si, hablamos de esa teoría sobre una gemela malvada de Spencer como segundo hijo de Mary Drake. Juan, chapuzas aquí no ¿eh?, chapuzas aquí no. Y esto incluye al padre de Spencer como el donante de Alison, aunque eso sería mucho más creíble, visto lo visto.
Para finalizar, solo podemos decir que les deseamos lo mejor a esas mentirosas que nos han regalado durante siete años tan buenos y repetitivos momentos. Esperemos que gocen de salud, un final a gusto de todos y un trabajo estable, que ya les hace falta.
COMENTARIOS